El ministerio de Salud bonaerense, a través de su Centro Único Coordinador de Ablación e Implante Provincia de Buenos Aires (CUCAIBA), llevó a cabo más de 150 trasplantes en noviembre, por lo que el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, destacó la importancia de un “Estado presente”.
“Esto es posible gracias a un Estado presente que trabaja, junto a los equipos de salud, en el cuidado y bienestar de las y los bonaerenses y en la solidaridad con las personas que deciden ser donantes”, celebró Kreplak.
Por su parte, la cartera de Salud de la provincia de Buenos Aires precisó que del total de 152 intervenciones, 70 corresponden a trasplantes de órganos, 54 de córneas y 28 de médula óseacial.
El presidente de CUCAIBA, Francisco Leone, se expresó en el mismo sentido y destacó que en la provincia de Buenos Aires los trasplantes son posibles gracias a la solidaridad de las personas y “al compromiso de un Estado presente”.
Según se informó los trasplantes son de riñones, hígado, corazón, pulmón, páncreas e intestino. También tejidos como: córneas, piel, huesos, médula ósea, válvulas cardíacas y vasos. La mayoría de los órganos y tejidos para trasplante provienen de personas fallecidas.
“La donación es un acto solidario, anónimo y gratuito. En un proceso de donación y trasplante en el que pueden llegar a intervenir más de 100 personas; todos trabajan con un ordenamiento sistematizado, de acciones coordinadas en cada etapa y cada paso es registrado en el Sistema Nacional de Información sobre Trasplante (SINTRA), que es de acceso público y que garantiza la transparencia”, comentaron desde el área de Salud.
Juan Carlos Trigo es uno de los tantos ejemplos de superación y renacimiento. Hace 11 años, fue trasplantado de hígado a raíz de una hepatitis A, luego de recibir unos valores distintos a los esperados en un análisis. Hoy, a una década de ese momento, es un maratonista destacado: ganó el Selectivos de Adetra en Mendoza, (paso previo para ir al Mundial de Deportistas trasplantados) y participó en la XXI Edición de los Juegos Mundiales de Trasplantados en Málaga, España.
Luego de su trasplante, con los cuidados recomendados, tomando la medicación indicada y con controles periódicos, decidió incursionar en una nueva actividad, algo que no había hecho de forma constante, comenzó a correr.
Gracias a un amigo se enteró de una competencia muy popular en su ciudad natal Bahía Blanca, la Carrera de Reyes y si bien no llegó a estar en los primeros puestos, pudo completar la vuelta. “Me enteré de esa carrera por un amigo que trabajaba en el Comité Olímpico Argentino y a su vez me dio la posibilidad de conocer a la Asociación de Deportistas Trasplantados (Adetra) y sus actividades”, recordó.
A partir de 2021, asumió la presidencia de Adetra para que sea un espacio de contención con una mirada más social y más federal, visibilizando cómo la práctica del deporte mejora la calidad de vida.
Sostiene que “una persona trasplantada que hace actividad física siempre va a estar mejor que una que no hace nada, así dicen los que saben”.
“Si una persona necesita un trasplante para seguir viviendo, siempre lo va a aceptar porque será lo que le prolongue la vida, las personas deberíamos entender que nunca se sabe de qué lado podemos estar y que por esto, lo lógico es ser donantes”, subrayó.