Finalmente se detuvo al empleado que ya había sido identificado por destrozar con un martillo el aparato lector de huellas dactilares en la Delegación Municipal de Los Hornos, para evitar que se controle el presentismo.
Se trata de un sujeto de 43 años que, acompañado por otro sujeto, ingresó al lugar donde se encuentra el aparato, cubierto su rostro con una gorra con visera. Extrajo el martillo que llevaba semi oculto en su buzo, y golpeó reiteradamente el lector biométrico.
En el lugar había un empleado, que fue testigo impávido del ataque, quien saludó al acompañante del agresor mientras que ocurrían los martillazos, sin que intervenga para impedirlo, lo mismo que un cuarto empleado que ingresó al lugar durante el ataque. En total, cuatro sujetos dentro de la oficina donde debían marcar el presentismo, todos empleados municipales.
Sus rostros se puede apreciar perfectamente en el video de seguridad, por lo que llama la atención que los otros tres aún no hayan sido identificados, teniendo en cuenta que son todos empleados de dicha Delegación municipal.
Se recordará que este ataque se produjo alrededor de las 7.30 de la mañana de este jueves en la dependencia ubicada en las calles 137 y 64, al día siguiente de que se viralizara la información suministrada por la Municipalidad platense, referida a que el lunes último faltó el 76% de los trabajadores del Palacio Comunal.
La instalación de los aparatos lectores de huellas digitales se realizó en el Municipio y todas las delegaciones comunales, donde se comenzó a registrar de manera detallada los “faltazos” y delatando la presencia de “ñoquis” en cada rincón de dicha Comuna.
En un comunicado publicado por la Municipalidad de La Plata, se reveló que un informe de la Asociación de Auditores Internos del Estado (AAIE) detalló que “sobre un total de 12.573 agentes, el 56 por ciento de las personas que cobran no asisten a trabajar”.
Por esta razón, el intendente Julio Alak ordenó instalar el sistema biométrico “para controlar el presentismo y fortalecer la transparencia institucional”
En este sentido, el municipio efectuó la denuncia penal a la Fiscalía de La Plata en donde no solo demandó el delito de daños al patrimonio público municipal, sino también los de amenaza coactiva, intimidación pública y atentado contra la autoridad.
A su vez, la Comuna sostuvo que los hechos evidencian “una clara intencionalidad de infundir un temor público” y que se llevaron a cabo “con un fin coactivo de amenaza e intimidación”.