Lucas Puig, el profesor de La Plata que fue encontrado autor responsable de los hechos denunciados en el jardín de infantes San Benjamín de Los Hornos, en 2010, se encuentra en grave estado de salud y es por ese motivo que la Justicia hizo lugar a un pedido de la defensa de otorgarle la prisión domiciliaria.
De esta manera, el maestro de música volverá a su casa de Los Hornos junto a su familia, para que lo asistan en su cuadro ya que debe tener apoyo respiratorio por cánula y recibe tratamientos paliativos.
La causa judicial en su contra lleva casi 14 años y tuvo cientos de presentaciones, recusaciones, dos juicios orales, excusaciones y una audiencia de cesura -aún pendiente- para determinar la materialidad ilícita y la sanción punitiva que debe aplicarse al caso. Ahora sumó un nuevo capítulo ya que “con riesgo de vida”, tal como reza una presentación electrónica de pronto despacho ante el Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, realizada ayer por Gastón Nicocia, uno de sus abogados, se le concedió la prisión domiciliaria luego de que la defensa del condenado insistiera con una morigeración de las condiciones de detención por razones humanitarias.
Tal informó El Día, el problema que surgió es que los jueces del Tribunal I, Ramiro Fernández Lorenzo, Hernán Decastelli y Cecilia Sanucci, se excusaron de seguir interviniendo en la causa ante la decisión de la instancia superior que, si bien confirmó parcialmente la condena, nulificó además parte de la acusación y ordenó la designación de nuevos magistrados para el procedimiento que determinará el monto concreto de pena que le corresponde a Puig. Sin embargo, para la defensa los tres magistrados aún siguen siendo jueces naturales del expediente y quienes deben resolver la cuestión.
La mamá de una de las víctimas, que cuenta con la representación de Flavio Gliemmo y Marcelo Botindari, ya adelantó que no se opondrá a la medida. “Provocó angustia, dolor, impotencia y muchos sentimientos en toda la familia, que fue afectada directa o indirectamente por este hecho delictual de extrema gravedad. Pese a todo ello, mis convicciones morales, religiosas y cívicas no permiten más que consentir el pedido que vaya a su domicilio en atención al gravísimo cuadro de salud que atraviesa para que pueda estar con su familia”, mencionó.
Cabe destacar que el otro particular damnificado, con el doctor Martín Bolpe a la cabeza, consentiría desde el silencio, ya que no responderían a ese traslado.
La salud de Lucas Puig es grave. Hace unos días atrás, el docente acusado de abuso fue externado de la Unidad Penal de Magdalena, donde cumplía condena, por una cuestión médica. Su salud había desmejorado notoriamente y, para compensarlo, necesitó de varias transfusiones de sangre por una grave afección abdominal.
“Dicho estado conlleva el riesgo de severas complicaciones, no solo físicas, sino vinculadas a su salud mental. Por eso genera la necesidad de contemplar el riesgo de exposición del Señor Puig a las diferentes patologías que prevalecen en el contexto de encierro. Enfermedades infectocontagiosas favorecidas por las condiciones de hacinamiento, que agravarían el cuadro clínico del enfermo y las limitaciones del sistema de salud penitenciario para la atención de esta clase de patologías”, reflejó un informe oficial.
En el mismo documento se expresó que, en situación de detención, “no está garantizada las condiciones sanitarias para afrontar un tratamiento de tamaña magnitud”. Por eso, luego de un paso por el hospital de la vecina ciudad, recaló en el HIGA San Martín de La Plata, donde su realidad no dejó de ser crítica.