Se conocieron los resultados de la segunda autopsia de la oficial de la policía bonaerense Agustina Casco (21), quien falleció el 23 de noviembre, días después de salir de franco de la Escuela Juan Vucetich, en Berazategui, donde habría recibido un fuerte golpe durante una práctica.
La familia de Agustina, principalmente su hermana Jessica y su madre Claudia, llevó adelante el pedido de segunda autopsia, que se realizó en las últimas horas tras la exhumación del cuerpo de la joven del Cementerio Parque Hurlingham.
El estudio arrojó que la oficial murió de un “mecanismo no violento” y que sufrió de “un parocardio-respiratorio no traumático”, informaron fuentes policiales. Paula Salevsky, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Morón, a cargo de la causa, seguirá con otras pericias para concluir el segundo estudio.
“A efectos de completar los resultados macroscópicos de la presente diligenciase solicita que se aporte la historia clínica completa de la víctima y protocolo quirúrgico. Anatomía patológica de lo extraído durante la intervención quirúrgica y los resultados de pericias complementarias del material extraído de la primera operación de autopsia previa”, explicó el médico legista.
La primera autopsia señaló que Casco había muerto de “un paro cardíaco no traumático por un shock hipovolémico por un quiste en el ovario que provocó hemorragia”. La familia de Agustina pidió la segunda autopsia ya que vinculan su muerte con un golpe que recibió durante un ejercicio de esposamiento, practicado en la Escuela Juan Vucetich, que le generó un gran moretón. En ese sentido, la Justicia logró abrir el celular de la joven pero desde el círculo de Agustina cuestionaron que no les hayan permitido estar presentes durante dicho procedimiento para ser testigos y ver qué había en el dispositivo.
Agustina estaba realizando su año de ingreso como cadete en la Escuela Policial Juan Vucetich y durante la tarde del viernes 17 de noviembre comenzó su franco. Ese día manifestó sentir dolores corporales. Por ese motivo la llevaron a la Clínica Provincial de Merlo donde la ingresaron a terapia intensiva por la gravedad y le realizaron una cirugía abierta de abdomen.
Los médicos constataron que padecía de un “shock hipovolémico con lóbulo ovárico hemorrágico; afección de origen clínico, no traumático”. Desde aquel día los especialistas no pudieron salvarla y una semana después falleció.
Su madre denunció que Agustina sufrió un golpe durante una práctica de esposamiento en la institución, lo que desencadenó el trágico final. El 30 de noviembre la fiscal del caso, Paula Salevsky, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Morón, hizo lugar a un pedido de la familia para que el cuerpo de Casco sea sometido a una nueva autopsia, la cual se realizó el último domingo 4.