El obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, junto con el obispo auxiliar, monseñor Eduardo Redondo, compartieron el mensaje por la Pascua a la comunidad diocesana.
“Pascua es pasar con Jesús de la muerte a la vida, del egoísmo al amor. Pascua es dejarnos transformar por el poder del Espíritu, que es el amor de Dios derramado en nosotros”, expresan los prelados. Por eso, animan a “celebrar juntos el gran amor de Dios por todo el pueblo”.
“Hay en nosotros el profundo deseo de ‘ver a Jesús’, de ‘estar con Él’. Lo necesitamos; sin Él no podemos nada. Es nuestra roca firme en medio de nuestras inseguridades; es nuestro alimento y sustento en nuestras debilidades y necesidades; es alivio para nuestros dolores del cuerpo y del alma; es consuelo en nuestros duelos y dolores”, detallan.
En un mundo “que sutilmente nos tienta a salvarnos cada uno por su cuenta”, exaltando el individualismo, indican que “como creyentes cristianos proclamamos un Dios que es Comunión y que hace Comunidad”.
“Vamos caminando juntos, compartiendo nuestras alegrías y nuestras penas, nuestros fracasos y esperanzas, acompañados por Jesús que nos alienta con su Espíritu. Es sentirnos parte de la Iglesia de Jesús que proclama el Evangelio y va realizando el Reino de justicia, de amor y de paz en este presente concreto, en las comunidades de los partidos de Berazategui, Florencio Varela y Quilmes”, sostienen.
Los prelados hacen llegar su saludo “a los hermanos de las Iglesias cristianas, y a sus pastores en particular”, acompañado del compromiso de trabajar juntos por la unidad que Cristo pidió al Padre, “sirviendo a nuestro pueblo con la alegría del Evangelio”.
“Queremos saludar a los enfermos, a las personas mayores, a niños y jóvenes, a los imposibilitados de participar de las celebraciones litúrgicas, a los presos, a tantas servidoras y servidores de los más necesitados. A las familias, a las personas de todas las instituciones públicas y privadas, parte vital de nuestra sociedad. A todos los que trabajan por el bien común. Vaya nuestro saludo pascual a las autoridades de distinto rango de los tres partidos”, añaden.
Los obispos concluyen su mensaje agradeciendo “porque siempre rezan por nosotros, como nosotros lo hacemos por ustedes cada día. Porque comparten con nosotros una misma misión: proclamar el Evangelio y dar testimonio de servicio fraterno en la construcción del Reino de Dios”.