Familiares de Danilo Castro y Rocio Avalos, detenidos y acusados de asesinar a un joven en el marco de un robo en Ezpeleta Oeste, volvieron a reclamar su inocencia previo al comienzo del juicio que arrancará la semana que viene en los Tribunales de Quilmes.
“Cinco meses después del hecho, la causa, que estaba en la Comisaría 6° pasó a la 2° de Bernal, que no tenía jurisdicción en el hecho. Es una causa armada, trucha, el lunes empieza el juicio y hay dos personas que van a ser juzgadas que son inocentes y la gente del barrio saben quiénes son los verdaderos culpables. A mi hermano lo detuvieron y dos de los testigos lo apuntaron a él pero decía que el asesino tenía una herida en la cara y Danilo no la tenía”; precisó uno de los manifestantes que se dirigieron a la puerta de la sede judicial en la víspera.
Tal se pudo conocer ayer entre el lunes 15 y el viernes 19 de abril el Tribunal Oral N° 2 de Quilmes llevará adelante el juicio en contra de Castro y Avalos; los jueces serán los doctores Rodrigo Bagini, Pablo Pereyra y Félix Roumieu al tiempo que el fiscal será el doctor Sebastián Videla.
Los hechos
En febrero de 2021, Marcos Ignacio Mendoza Arnez trató de evitar que al menos tres ladrones se metieran en la casa cuando llegaban sus padres. El drama ocurrió cuando fueron víctimas de un intento de entradera por parte de al menos tres asaltantes que sorprendieron a su papá, Marco Mendoza (47), cuando estaba entrando el auto en el garaje de la vivienda ubicada en la calle Cuba, entre Carpintero y 469 bis.
El hombre había llegado junto a su esposa, Marisabel Arnez Lazo (42), y una hija de 12 años después de terminar de trabajar en su locutorio del centro de Ezpeleta. En la casa estaban Marcos y otros dos hermanos, uno de 14 y otro de 24, Albert, que también atienden el local pero en otros horarios.
Cuando el adolescente vio que sus padres habían llegado, salió a ayudarlos a guardar el auto. Marisabel estaba al volante y entró el vehículo, mientras que su marido estaba encargado de abrir y cerrar el portón. El chico vio a través del parabrisas que un ladrón armado apuntaba a su padre cuando todavía no había alcanzado a cerrar. Entonces el adolescente entró al living donde estaba su Marcos y le avisó: «¡Nos quieren entrar a robar!».
Adentro estaba su hermana de 12. Entonces Marcos atinó a cerrar la puerta que comunica el garaje con el living, para evitar que los asaltantes pasaran y se quedó del lado de adentro de la casa. Albert también se enfrentó a los delincuentes y comenzó a forcejear con uno de ellos para evitar que se metieran. El ladrón alcanzó a empujar la puerta con el pie y Marcos vio que apuntaban a su hermano. Entonces salió a defenderlo y entre los dos empezaron a hacer retroceder al ladrón. Pero antes de escapar, el delincuente disparó contra los dos hermanos.