En 2021, su declaración en el juicio contra el exconcejal de Florencio Varela, Daniel Zisuela, fue clave para que el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de Quilmes lo condenara a una pena de 12 años de prisión.
También, su testimonio sirvió para que el fiscal de Berazategui iniciara una nueva causa en la que figuraran al menos una docena de nombres, algunos de renombre en la región, y a los que se denuncia por formar parte de un entramado vinculado con jóvenes mujeres utilizadas para satisfacer sus bajos instintos.
Hoy, la joven varelense Paula Blanco, denuncia que volvió a ser atacada y amenazada: “me dicen que me deje de joder, que voy a terminar muerta”, aclara.
“Me siento sola, abandonada por la justicia. No tengo ayuda de nadie… La gente que decía acompañarme en un momento me dejó sola”.
“Este es el tercer ataque que sufro, me dicen que me deje de joder que voy a terminar muerta”, relata a este medio Paula Blanco y refiere: “Este ataque fue hace una semana. Fue a la salida de mi trabajo, en la parada del colectivo donde se me acercó un hombre y me dijo que me deje de joder y me cortó en los brazos y la cabeza. Hice la denuncia, pero me siento sola, abandonada por la justicia y sin ayuda. Además, la gente que decía acompañarme me dejó sola”.
Paula vivió una vida difícil, pero igualmente no dudó en enfrentarse a los poderosos y al poder de la región cuando declaró en la causa que llevó tras las rejas al ex Concejal de Florencio Varela, referente del Frente Renovador de Sergio Massa y Delegado del gremio gastronómico de Quilmes. “Esto es angustiante, me siento mal, tengo dos criaturitas chiquitas que criar y una mamá enferma”, comenta y amplía su enojo y angustia “Siento el abandono del Estado y de la justicia con la causa de la muerte de mi hermano, tampoco sin resolver”.
Paula se cansó de callar lo que viene sufriendo tras contar lo que vivió décadas atrás y que sin miedo contó el 25 de agosto de 2021 a los jueces Pablo Pereyra, Félix Roumieu y Fabio Stremel del Tribunal Oral Criminal N°2 de Quilmes que juzgó a Zisuela. “Me quedaron secuelas de todo lo que me pasó en la vida, estoy tratando de salir adelante, pero estas amenazas y ataques que estoy pasando no me dejan vivir una vida normal”.
“Me siento utilizada por muchas personas que deciden acompañarme hacia el camino de la verdad”, clama Paula y remarca “todo lo que declaré fue siempre la verdad y no veo que haya justicia acá en Florencio Varela”.
“No quiero ser una Paula Martínez más. La realidad es esta, la que una justicia que mira para otro lado: Un hermano que lloro en el cementerio y vivo amenazada de muerte”, clama la Paula Blanco y reclama “Solo pido que se hagan las cosas como corresponde. Yo siempre fui con la verdad y por ir con la verdad estoy pagando serias consecuencias. Y no puedo más. No puedo más. No tengo ayuda de nadie. A nadie le importa”.
Los ataques y amenazas a Paula Blanco
“El primer ataque fue en 2022, a los tres meses que ingresé a trabajar donde presto servicio. Me atacaron cuando fui a llevar al nene a la escuela. Nadie hizo nada, ni la Policía bonaerense que debía custodiarme”, relata Blanco.
Recuerda que “El segundo también saliendo de mi trabajo, un hombre se acercó a la parada del colectivo y me dijo que cuando salga Zisuela de la cárcel me iba a matar, que tenía que cerrar la boca. Que me calle”.
Y que el tercero “fue ahora, el sábado 2 de abril pasado, donde iba a tomar el colectivo para ir a cubrir mi cargo y me cortajearon toda. No me robaron nada. Y me dijeron que la próxima vez me iban a matar”.
Sola y sin apoyo
“Después del juicio, las organizaciones que solían acompañarme desaparecieron absolutamente todos”, refiere Paula Blanco y enumera que “La gente de Red de Tratas que me acompañaba en un principio, desde que yo entré al SP, es como que perdí todo derecho. O sea, yo al tener trabajo digamos para ello, yo puedo pagarme un abogado, puedo pagarme una asistencia psicológica”.
Pedido desesperado
“Parece que por querer tener un empleo para mantener a mi familia, perdí todo derecho”, comenta la joven y resalta: “Ahora me encuentro con que no puedo acceder a un abogado del Estado. No puedo acceder a un montón de cosas”.
“Quieren que me calle, pero no voy a callarme. Creen que no tengo derecho a exponer lo que me están haciendo. Las amenazas de muerte que recibo por decir la verdad. Yo sé que tengo el derecho a que el Estado se haga responsable de darme la ayuda porque antes de entrar a ese trabajo a mí me pasaron todas estas cosas que todo el mundo lo sabía”.
Gentileza InfosurDiario.com.ar