Diego Golombek, doctor en Ciencias Biológicas especializado en cronobiología y neurociencia, habló sobre la ciencia y cuál es su futuro en el país.
En diálogo con Newsweek Argentina, el reconocido divulgador científico y docente al ser consultado sobre el estado de la ciencia hoy en Argentina, dijo: “Tenemos algunas cuestiones muy concretas para poder afirmar sin dudas que estamos frente a un tragedia inédita, nunca pasó en democracia algo parecido a esto. Esos indicios concretos tienen que ver con cesantías, personas que son echadas en general, administrativos del sistema científico, la falta de apertura y demora de las becas, cuestiones similares en lo que tiene que ver en la carrera de investigadores”.
Y agregó: “Esas son cuestiones concretas que se suman al desfinanciamiento de las universidades nacionales, donde ocurre buena parte de la investigación en Argentina. Pero más allá de lo concreto, también es importante señalar lo simbólico: esta cuestión de desprecio por la actividad científica, una actitud muy beligerante, muy violenta contra la actividad de científicos y científicas. Una cierta ignorancia de lo que representa un sistema científico para el desarrollo de un país y una enorme incertidumbre a propósito de hacia dónde vamos”.
“Porque uno puede discutir, por supuesto, pero en este momento no tenemos ni interlocutores ni planes que discutir”, subrayó y aseguró que “eso en el plano simbólico es tan grave como lo real que está ocurriendo con la falta de financiamiento y gente que está siendo echada”.
Golombek remarcó que “en general eso no se puede hacer, con lo cual la estrategia en este momento es desfinanciar y de a poco ir cortando los víveres como para que la gente tenga que salir a pelearla, se generen conflictos internos con otras personas que tal vez no están tan inmersos en lo que es el mundo de la ciencia”.
Sobre la frase que circula en diferentes ámbitos desde el nuevo Gobierno de Javier Milei de que sobra gente, el divulgador sostuvo: “Es interesante el modus operandi de este Gobierno para decidir que sobra gente. Para irnos a otro Gobierno, en algún punto con similitudes, que es el Gobierno del macrismo que tuvo esta idea de hacer un análisis de la dotación del personal del Estado. Entonces, durante muchos meses se evaluó la cantidad y calidad de personas en las distintas dependencias, secretarias, direcciones, etcétera. Esto incluyó al sector de ciencia y tecnología, tanto al Ministerio como al Conicet y a la agencia. La conclusión fue que faltaba gente y nadie puede acusar al Gobierno macrista de ser un gobierno populista con la ciencia”.
Y agregó: “Porque si hay un plan claro de qué se quiere hacer con la ciencia, de cuántas personas se necesitarían para eso y dónde, sobre todo, ya que, uno de los problemas es generalizar el sistema científico lo podríamos discutir, pero acá no hay ningún plan. Acá simplemente es cortar por el corte mismo”.
En esa línea se refirió a “un cierto goce, por otro lado, en esta política de quien está ocupando en este momento la Secretaría de Ciencia y Tecnología que es un empresario, que viene del sistema financiero. Claramente no es del sector, nada grave, eso se puede aprender, pero parece ser que su plan y digo parece ser porque no abre la boca, no hace declaraciones, es cerrar lo más posible el sistema: llevarlo a una mínima expresión como para no decir que se cerró y que no funcione normalmente. Pero insisto parece ser porque no podemos discutirlo y eso me parece grave también”.
Al ser consultado sobre a qué se debe esta situación, Golombek dijo: “claramente hay un fenómeno de ignorancia, de alterar el orden de los factores: pensar que la ciencia viene después de los problemas ‘importantes’ como la pobreza, el hambre, la salud, la educación, que son realmente cuestiones muy candentes, y es todo lo contrario. Este Gobierno no entiende que parte de la ciencia es justamente para ayudar a resolver esos problemas. Si mantienen la ecuación al revés, vamos camino a una catástrofe, si se piensa que la ciencia vendrá luego de que se arreglen estos problemas”.
En ese punto dejó en claro que “es imposible pensar en un país productivo y desarrollado sin una base científica. También el Gobierno parece espejarse en otras sociedades capitalistas y se llena la boca con ejemplos de estas sociedades, como Estados Unidos, algunos países europeos, sin ver que parte de esa riqueza viene de la ciencia y la tecnología. En cualquier desarrollo tecnológico que llegue al público o que llegue mucho más allá, por ejemplo que llegue al espacio como las cosas de la NASA o nuestros teléfonos celulares o las vacunas que se desarrollaron tan rápidamente, detrás está el Estado. Y eso este Gobierno o no lo quiere ver o no lo sabe ver. Y me parece muy grave”.
El científico propone “un cambio preposicional para apoyarse en la ciencia justamente para tomar decisiones basadas en evidencia” y enfatizó: “Te aseguro que la comunidad científica está más que dispuesta a apoyar esas cuestiones, incluso subordinando sus propios temas de investigación. Tenemos un ejemplo claro de esto, la pandemia. En la pandemia, pudimos responder muy rápidamente porque había un sistema científico sólido, por eso, en muy poco tiempo teníamos un kit diagnóstico desarrollado en Argentina y los barbijos Conicet. También se está desarrollando una vacuna íntegramente en Argentina, cosa que muy pocos países tienen”.
Y remarcó: “Lo que pasa es que obviamente un Gobierno como este jamás los va a convocar. Con el desprecio que tienen y la ignorancia que tienen no va a llamar a científicos para pensar ciertas soluciones a los problemas que nadie niega que tenemos”.
Respecto al futuro de la ciencia en el país, alertó que “por esta cuestión coyuntural del presupuesto, eso no hay muchas esperanzas de que cambie en el corto plazo” y que eso “claramente va a paralizar de alguna manera al sistema, además va a desilusionar muchísimo a aquellos jóvenes que quieren dedicarse a
la ciencia y se van a ir, y no solamente a los países centrales, se van a ir a Chile, a Uruguay, a Brasil donde hay una diferencia importante en cuanto al lugar que ocupa la ciencia dentro del imaginario de un Estado”.
“Entonces, por un lado, está lo presupuestario que es urgente, por otro lado está lo ideológico: esto de decir la ciencia no sirve para nada, ciencia de dudosa utilidad como en algún momento lo mencionó el vocero, agarrarse de ejemplos totalmente fuera de contexto para ridiculizar a la ciencia”, y agregó: “Eso lamentablemente ha penetrado un poco en la opinión pública, esa mirada tan cínica de la ciencia. Me preocupa que la gente esté en parte aceptando este discurso porque eso va a ser mucho más difícil de dar marcha atrás que lo presupuestario”.
Sobre que se pierda el rol de la Televisión Pública y de la agencia de noticias Télam, que eran espacios en los que daban a conocer temas científicos, Golombek respondió que “eran lugares donde se hacia algo de difusión de la ciencia, no todo lo que se podría hacer, debo decir, e insistió: “Desde el Estado hay una falta de políticas de difusión pero también desde el sector privado”.
Al ser consultado sobre las asignaturas pendientes en el sistema científico, aseguró que es “la relación del sistema científico con el sector productivo. Realmente es complicada, es burocrática, hay muchas trabas de los dos lados: no hay una genuina demanda del sector productivo ni una inversión en ciencia y tecnología por diversos motivos, por ejemplo, uno es porque pueden no saber que la ciencia puede ayudar a su desarrollo particular, otro es que una pyme, una empresa pequeña o mediana, después de tantos vaivenes económicos, es muy difícil que pueda conseguir una inversión a mediano o largo plazo en ciencia y tecnología por más que se sabe que después es redituable”.
“Y las empresas grandes, particularmente las multinacionales, si hacen investigación y desarrollo no lo suelen hacer en sus filiales periféricas sino en sus casas matrices, de origen. Con lo cual, una relación saludable de ida y vuelta entre el sistema científico y el sector productivo, la verdad es que es una gran asignatura que tenemos que discutir. Por lo tanto, hay cosas muy fuertes que arreglar en el sistema científico pero desde adentro, si lo rompemos no va a ver sistema científico que arreglar”, concluyó.