El Colegio Monseñor Emilio Di Pasquo, ubicado en Primera Junta y Derqui de Quilmes realizó un acto y un posterior brindis para celebrar dos aniversarios notables: los 60 años del Nivel Primario y los 25 años del Nivel Secundario.
El acto inició con el ingreso de las banderas de ceremonia y el izamiento a cargo de los exalumnos, con la participación de todo el personal docente y no docente de la escuela, un grupo de familias y de estudiantes.
A continuación, el Inspector Jefe, Leonardo Gómez, felicitó al equipo de conducción de la escuela y a los obispos por este aniversario, rememorando que ese mismo día, por la mañana, en la sede de la Jefatura Distrital, recibieron la imagen de la Virgen de Luján que está peregrinando por todos los colegios católicos de la diócesis.
La intendenta Mayra Mendoza agradeció la invitación y rescató la importancia del trabajo cotidiano de los docentes, que son quienes acuerpan en las aulas los distintos desafíos que implica educar a la niñez y a la juventud de hoy. Al finalizar, entregó una placa conmemorativa al equipo de conducción y a los obispos.
Luego, las exdirectoras de nivel primario, María del Carmen Rodríguez, y del nivel secundario, Gabriel Finola, pronunciaron un discurso en conjunto en donde destacaron el valor de la educación como una vocación que brota del corazón.
Por su parte, el exalumno Claudio Etcheverry, hizo una rememoración de sus años como estudiante, allá por la década del 70. Asimismo, relató su experiencia, siendo profesor de Psicología del Instituto de formación de catequistas, San Pablo Apóstol, de un encuentro que tuvo con el primer obispo de Quilmes, Mons. Jorge Novak, al reorganizar los contenidos de las materias, valoró la bibliografía de Freud que leían los futuros catequistas y le pidió que para la evangelización se necesitaba gente con cabezas abiertas. Antes de retirarse a su asiento, entregó una placa recordatoria a sus exmaestras María del Carmen Rodríguez y Silvia Alducín, hoy directoras jubiladas.
El represente legal del colegio Di Pasquo, Nicolás Mirabet, resaltó la labor de todo el personal docente y no docente, que son los que cada día ponen lo mejor de sí para educar, atender y acompañar el crecimiento de los casi 700 estudiantes, entre inicial, primario y secundario que van a la escuela de lunes a viernes.
En su turno, la directora del nivel secundario, Anabela Visca, expresó: “Me gustaría recuperar la idea que nos congrega hoy aquí, pero que también lo hace cada uno de los días los que asumimos nuestro rol con la firme convicción de que la educación es para cada estudiante que transita este espacio, una de las más nobles herramientas de transformación”.
Finalmente, fue el momento en que los obispos junto con el capellán de la escuela, el P. Cristian Bustos, bendijeron la nueva bandera papal del colegio. Luego, cada uno tomó la palabra para agradecer y saludar por estos aniversarios, y bendijeron a los presentes, a la comunidad educativa y a la escuela.
Para finalizar el acto, los profesores de música Pablo Manjón y Cecilia Castro interpretaron “Todo cambia” y animaron a todos los presentes a cantar con ellos el estribillo.
Convocados por el Equipo de Conducción de la institución participaron los obispos de Quilmes, Mons. Carlos José Tissera y Mons. Eduardo Redondo, de la Vicaría de Educación, el Edgardo Tisch; el Director de Cáritas Quilmes, David Benítez; el capellán de la escuela, el Pbro. Cristian Bustos, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; el secretario municipal de educación, cultura y deportes, Joaquín Desmery; el Inspector Jefe Regional de la Dirección de Educación de Gestión Privada, Leonardo Gómez, junto con un grupo de inspectores de educación, entre otros referentes sociales, educativos y eclesiales, como la Casa del Niño Santa María, la Fundación Cuatro Cauces, el Saint George´s School, el Colegio Nazareth, el Colegio Papa Eugenio Pacelli, Colegio San Felipe Benizzi, Colegio Madre Teresa y Jardín Cristo Obrero del Monte.
Más allá de este acto aniversario, se vivió un momento para compartir, para saludarse, para conocer más la escuela, demostrando que el Colegio Monseñor Emilio Di Pasquo no es solo una institución educativa, sino una organización referente —en términos sociales y de acompañamiento ante diferentes necesidades— para muchísimas familias del barrio ribereño Villa Luján y sus alrededores.