La tercera parte de los trabajadores registrados de la Argentina consideró que el trabajo remoto es algo innegociable, ya que eso permite “un mayor equilibro entre vida laboral y personal”.
Así lo reveló una encuesta de la consultora Randstad, que reflejó las expectativas, estados de ánimo y comportamiento de los trabajadores en 34 países, incluido la Argentina.
Según el relevamiento, el 35% de los encuestados aseguró que no aceptaría un trabajo que no le brindara flexibilidad respecto al lugar desde donde trabajar.
Sin embargo, esta expectativa de flexibilidad que tienen los trabajadores comienza a entrar en tensión frente a la búsqueda de las compañías de una mayor presencialidad en sus ámbitos laborales.
Así, al indagar sobre la actitud de los empleadores frente al home office, el 34% de los argentinos afirmó que en los últimos meses su empleador se ha vuelto más estricto a la hora de garantizar que el personal concurra a las oficinas de manera presencial y el 33% aseguró que su empleador espera mayor asistencia a la oficina ahora que hace seis meses, de acuerdo con el informe.
En el mismo sentido, el 38% de los consultados dijo que su empleador no le está ofreciendo suficiente flexibilidad para trabajar desde su casa.
En este contexto, el informe de Randstad demostró que la expectativa de flexibilidad es tan firme entre los trabajadores argentinos que el 30% de los consultados afirmó que consideraría renunciar a su trabajo si su empleador le pidiera pasar más tiempo en la oficina.
Asimismo, la posibilidad de trabajo remoto generó en muchos casos decisiones de cambio de vida que no son compatibles con la vuelta a un esquema laboral basado completamente en la presencialidad: el 24% de los consultados comentó que se ha mudado, que ha cambiado de provincia, “suponiendo que la libertad ganada durante la pandemia respecto a poder trabajar desde cualquier lugar había llegado para quedarse”, resaltó la consultora.
Pero esta expectativa de flexibilidad para el trabajo remoto es aún más marcada a nivel global: en los 34 países donde se realizó el estudio, el 39% de los trabajadores a nivel global considera que trabajar desde casa es innegociable, 6 puntos por encima de la Argentina, y el 37% ha hecho cambios en su vida suponiendo que de ahora en más podría seguir trabajando de manera remota.
Sobre estos resultados, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay afirmó: “Si bien muchos trabajos requieren presencialidad completa, como las posiciones en producción y manufactura o en comercio y atención al cliente, aquellos que sí tienen margen para el trabajo remoto se estructuran usualmente en formatos híbridos, combinando días en la oficina y home office, en acuerdos de flexibilidad entre las organizaciones y sus colaboradores, que no están exentos de tensiones cuando las expectativas de ambas partes no están alienadas”.