Un grupo de repartidores de aplicaciones fue en búsqueda de una moto robada y al llegar al barrio El Fortín fueron atacados a tiros por los delincuentes. Como consecuencia, uno de ellos recibió un tiro en el abdomen y se encuentra internado en grave estado, mientras que un policía se salvó por su chaleco antibalas.
El dramático episodio ocurrió cerca de las 21 horas de este jueves cuando delincuentes le robaron la moto a un hombre que paseaba por la intersección de Laprida y Andrés Baranda en Quilmes Oeste. La víctima, ex repartidor, fue asistido por un grupo de deliverys que se organizaron para ir a buscar la motocicleta robada.
Luego de algunos minutos, el grupo logró encontrar la casa de uno de los presuntos ladrones, ubicada en la calle Galileo Galilei en La Ribera de Quilmes. “La hermana del ladrón le dijo a los repartidores que su familiar se encontraba en el barrio el fortín, por eso fueron todos para allá”, señaló un allegado al delivery baleado.
Sin embargo, al llegar al barrio El Fortín, ubicado en cercanías a la calle Italia y Otamendi, los delincuentes comenzaron a disparar a mansalva contra el grupo de trabajadores, quienes sufrieron heridas e incluso fueron alcanzados por las más de 20 balas. Los proyectiles quedaron plasmados en las motos y hasta en los cascos de los deliverys, que sufren esta situación a menudo.
Uno de los repartidores que se encontraba en el lugar se llevó la peor parte, ya que recibió por lo menos un impacto de bala en su cuerpo y perforó la zona de sus intestinos, debiendo ser operado dos veces y continua en estado crítico. Otro de los heridos fue un policía del UTOI que recibió un impacto de bala en su chaleco.
En tanto, trascendió que pudieron atrapar a uno de los delincuentes implicados, pero que por su condición de menor de edad ya estaría en libertad, lo que generó un fuerte repudio en el entorno del herido.