Mientras que las estimaciones indican que entre diciembre y marzo se perdieron más de 100.000 empleos privados y públicos, desde el Gobierno de Javier Milei ratificaron que continuarán con una nueva tanda de recortes entre los trabajadores del Estado porque lo consideran algo “sano”.
“Va a haber más despidos, con seguridad”, afirmó el vocero presidencial Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa, y puso como fecha de la posible cesantía de estatales la mitad de año.
En el marco de una pregunta sobre las áreas del Gobierno que aún continúan sin funcionarios designados en los cargos, el funcionario explicó que no está necesariamente relacionado, pero que se prevé una “segunda revisión con efecto el 30 de junio” próximo.
“Los despidos van a seguir pasando, casi como un proceso permanente y eterno. Es importante revisar el funcionamiento de determinadas áreas, qué valor agregan. Es sano que así sea”, reforzó.
Asimismo, explicó que esta medida aplica para todos los ministros y demás funcionarios que integran el Gobierno, aunque no sea comparable una situación con otra. “No hay incoherencias entre una y otra. El llamado a la evaluación del gabinete ocurre desde el 10 de diciembre, y ya hubo funcionarios que se fueron”, consideró Adorni, y apuntó: “La evaluación es un trabajo permanente, que puede acarrear despidos hoy, en tres meses o nunca. ¿Por qué alguien que no cumple con lo que el Presidente pretendía va a seguir en el Gobierno?”.
Y añadió: “Parte de este refinamiento y mejora que puede tener el gabinete es compatible con seguir avanzando en nuevas reformas y en la Argentina que queremos”.
Cabe recordar que el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, también habló en su exposición en el Senado, en el marco de su informe de gestión a mediados de mayo, sobre los despidos en el Estado. “El criterio es mantener a la gente que trabaja y trabaja bien, si eso no se ocurre, se trabajará en corregirlo”, sostuvo el funcionario que ahora está en la cuerda floja. Se trata de una de las principales medidas del Gobierno para reducir el gasto público, en su meta de conseguir el déficit cero, lo que el Ejecutivo considera “innegociable”.
“Cuando recibimos la administración había una enorme cantidad de contratos que tenían vencimiento al 31 de diciembre y muy poca claridad de qué tareas realizaba esa gente y a qué estaban abocados. Esto se está poniendo en orden lo más rápido posible de manera gradual, tratando de tener el foco puesto en la gente que hace su trabajo y da un servicio y no cometiendo injusticias”, dijo Posse.