El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue recibido en Brasilia por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos analizaron posibles vías de cooperación económica tanto pública como privada.
“Hemos repasado temas” y discutido “posibilidades de cooperación con el Gobierno, con algunas agencias brasileñas” o con empresas privadas, dijo Kicillof, quien además denunció que en la Argentina se vive una situación económica “calamitosa”.
Si bien no citó ningún proyecto concreto, explicó que fueron tratadas “algunas posibilidades de inversión” en la provincia de Buenos Aires.
Lula no mantiene diálogo con su par Javier Milei, en medio de una constante tirantez y críticas cruzadas, a pesar de que las relaciones entre ambos países siguen un camino de normalidad, según destacan diplomáticos de ambos países. Prueba de ello es la decisión de Brasilia de asumir la representación de la Argentina en Caracas tras la virtual ruptura bilateral y el cuidado de los seis opositores venezolanos refugiados en la sede diplomática.
Lula recibió a Kicillof en el Palacio presidencial de Planalto junto a su ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y su asesor para asuntos internacionales y excanciller, Celso Amorim.
En el inicio de la reunión, a la que tuvo acceso la prensa, el gobernador trazó un sombrío panorama sobre la Argentina.
“La situación de la economía argentina es calamitosa, a nivel de empleo, de salarios y en materia de desigualdad”, le dijo Kicillof a Lula.
El gobernador también fue recibido por el vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, quien además ejerce como ministro de Industria y Comercio. Antes de regresar a Buenos Aires tenía prevista una reunión privada con el canciller Mauro Vieira.
Kicillof subrayó que su objetivo es captar inversiones y buscar una mayor cooperación económica entre Brasil y la provincia de Buenos Aires.