El obispado de Zárate-Campana informó que no le renovó al sacerdote Javier Olivera Ravasi el permiso para desarrollar actividades pastorales en dicha jurisdicción, luego de recibir “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes que se oponían al testimonio cristiano”.
El sacerdote está incardinado en la diócesis de San Rafael, pero reside fuera de esa jurisdicción desde hace algunos años. Por razones familiares que aludió, se le concedió residir en la diócesis de Zárate-Campana por el término de cuatro meses, desde el 20 de agosto de 2019 hasta el 31 de diciembre del mismo año.
“Comunicado del Obispado de Zárate-Campana
El sacerdote, presbítero Javier Olivera Ravasi, está incardinado en la diócesis de San Rafael, Provincia de Mendoza, y fuera de la misma desde hace varios años. Por razones familiares que aludió, solicitó residir en esta diócesis de Zárate-Campana, lo que se le concedió por el término de cuatro meses, desde el 20 de agosto de 2019 hasta el 31 de diciembre del mismo año, quien posteriormente dejó el lugar y retornó varias veces sin aviso alguno.
Dado que, en reiteradas ocasiones, se recibieron en este obispado numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes, que se oponían al testimonio cristiano -máxime proviniendo de un sacerdote-, se le pidió un cambio de actitud y comportamiento en su proceder.
Al no observarse hasta el presente el cambio requerido en su actitud, y teniendo en cuenta que el mencionado sacerdote no pertenece a esta diócesis de Zárate-Campana, así como por el bien de la comunidad diocesana, hechas las consultas pertinentes, se le ha comunicado que en adelante no tiene autorización para residir en esta diócesis”.