El Tribunal en lo Criminal Nº 2 con asiento en Florencio Varela condenó días atrás a Marcelo Paz, un vendedor de cerdos y ovino del barrio San Francisco, que abusó en formas reiteradas de una de sus hijastras entre 2017 y mayo de 2019. Los jueces lo encontraron culpable del delito de abuso sexual agravado y le impusieron una pena de 17 años de prisión.
Los magistrados Dres. Natalia González Aguirre, Fabio Stremel y Santiago Zurzolo Suárez arribaron una condena luego de escuchar durante una jornada las declaraciones de la víctima, de sus allegados y de las pericias médicas y psicológicas incorporadas dentro de la casusa iniciada por la menor en 2019.
Según pudo saberse, en el veredicto y sentencia Paz fue encontrado culpable del abuso sexual agravado en calidad guardador y convivencia con una menor de 18 años (Art. 55 y 119 C.P). Además, para dictaminar la condena de 17 años de prisión, los jueces valoraron el atenuante y los cuatro agravantes planteados por la fiscalía: Contexto de género enmarcada en diferencia de edad, grado de codificación de la víctima y acciones de amedrentar amenazas.
“Quiero que se haga justicia, yo no quería ser abusada. Quiero justicia” clamó Y.F. a los magistrados del TOC 2 mientras describió con angustia y llanto los hechos que sufrió entre 2017 y mayo de 2019 al sufrir los abusos de quien conviva con su madre.
El caso
Marcelo Paz, un criador y vendedor de porcinos y ovinos de la zona rural de Varela fue detenido a finales de mayo de 2019 luego de que la menor Y. F. denunciara que había sufrido abusos desde los 13 a los 15 años (entre 2017 y mayo 2019).
Los abusos del criador de animales según la víctima se habían cometido cuando acompañaba a Paz a buscar animales o a cazar a la zona rural de la localidad.
En la causa la victima sindicó a una casa vieja en zona de descampado, la que fue indicada por la joven en reconocimiento de lugar del hecho junto con la policía. También consta en el expediente que los abusos se produjeron en la vivienda de barrio San Francisco donde convivía con el ahora condenado y su madre.
Romina Martínez Parfeniuk
@romaparfe