Luego de la decisión del Gobierno de abrir el sistema, empiezan a aparecer nuevas formas de pagar el transporte público. La primera alternativa se lanzó ayer a nivel nacional: es la tarjeta SUBE en formato digital, que va a convivir con la versión física, y permitirá pagar el colectivo directamente con el celular.
La experiencia se realizará mediante la aplicación SUBE y es idéntica a la de pagar con el plástico: el usuario apoya su teléfono en la máquina lectora y el saldo se cobra instantáneamente. El pago no requiere conectividad al momento de realizarse, lo que agiliza la operación. La activación será gradual de la tarjeta SUBE Digital para que los pasajeros que viajan en colectivo en las 61 localidades
Las tarjetas física y virtual tendrán números diferentes y saldos diferenciados. La tarifa social y otros beneficios se podrán aplicar solamente a una de las dos versiones. A la vez, eso se podrá cambiar hasta dos veces por mes. Así, si el usuario tiene asociada la tarifa social en su tarjeta física, pero se la olvida antes de salir de la casa, puede hacer el cambio desde la aplicación y usar el celular para pagar.
A nivel del AMBA, en esta primera etapa la SUBE digital solamente funcionará en los colectivos y no aplicará los descuentos de Red SUBE. Tampoco se podrá usar en subtes y trenes, aunque se está trabajando para tener disponibles todas esas opciones cuanto antes, ya que requiere un cambio de las terminales. A mediano plazo, se incorporará también el pago de lanchas en el Delta de Tigre.
Para poder usar la SUBE digital, el teléfono debe tener tecnología NFC (que permite pagos por cercanía, como sucede con las tarjetas de débito y crédito) y sistema operativo Android 8 o superior. Por el contrario, quedan excluidos los celulares de Apple porque esa empresa no permite que terceros accedan al manejo de su NFC.
La tarjeta SUBE digital solamente se podrá fondear con dinero electrónico, a través de la aplicación. El usuario podrá enrolar allí su tarjeta débito para cargar el saldo u optar por hacerlo desde una billetera virtual. En este último caso, la persona elegirá la aplicación que prefiera y el sistema lo redireccionará hacia ella para completar la carga de crédito. A diferencia de plástico, el dinero queda automáticamente cargado en la tarjeta digital, sin necesidad de hacer una acreditación en una terminal física.