El Índice de Pobreza alcanzó al término del primer semestre del año al 52,9%, por encima del 41,7 % de finales del año pasado, y del 40,1% de enero-junio del 2023, informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En tanto, el Índice de Indigencia, entendido este como los pobres cuyos ingresos no son suficientes ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia, se ubicó en 18,1%. A finales del año pasado había trepado al 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3%
Esto implica que, sobre una población de 46 millones de personas, 24,3 millones son pobres, y entre ellas,8,3 millones no tienen el dinero mínimo para comprar la comida que les garantice la subsistencia.
Entre finales del 2023, y junio de este año la inflación alcanzó al 79,8%, y si bien el Índice de salarios aumentó 84,3% en el primer semestre del año, no todos los empleados tuvieron el mismo aumento.
Solo los trabajadores registrados del sector privado tuvieron un aumento por encima de la inflación, al registrar un alza del 93,6%, mientras que los ingresos de los empleados públicos aumentaron 73,3% y lo de los trabajadores “en negro” el 69,8%, informó el Indec.
Además, durante el primer semestre se registró caída en el nivel de la actividad económica del 3,2%, y la tasa de desocupación pasó del 5,7% de finales del 2023, al 7,6% al terminar a finales de junio, según datos del Indec.
Antes del mediodía, y que el Indec diera a conocer la cifra, el vocero presidencial Manuel Adorni, salió al cruce del aumento en el índice de Pobreza al afirmar que “si no se evitaba la hiperinflación la pobreza se hubiese llevado de cerca de 40% a cerca del 95%”.