El alineamiento de la gestión nacional con Estados Unidos está trascendiendo el plano discursivo y puede alcanzar los proyectos de ley. Así es como en las últimas horas, y luego de que Donald Trump anuncie medidas de endurecimiento para ampliar los lugares de arresto a los migrantes, el Gobierno argentino expresó su intención de reformar la Ley N° 25.871 de Migraciones.
El proyecto, que podría ingresar en el período de sesiones ordinarias a partir del 1° de marzo, implicaría nuevas restricciones para los inmigrantes que no oficialicen la presentación de toda la documentación pertinente. Según trascendió, no podrían obtener la residencia argentina pese a confirmar que tuvieron hijos en el país. Hasta el momento, ese certificación se consigue luego de presentar cédula de identidad o el pasaporte, la partida de nacimiento del país de origen, el certificado de antecedentes penales y el acta de nacimiento del hijo argentino.
Las medidas se alinean con los anuncios -aún no oficializados- que realizó el portavoz presidencial el pasado diciembre, cuando insinuó concretar medidas de arancelamiento sanitario y universitario a extranjeros no residentes. En este último caso, autoridades universitarios ya señalaron la imposibilidad de ser estudiante de la Educación Superior sin documentación de residencia.
Desde Casa Rosada comunicaron que la centralidad del trabajo de redacción y presentación del proyecto estaría a cargo de las referencias legislativas de La Libertad Avanza. Sin embargo, los diputados al igual que las autoridades de las comisiones parlamentarias pertinentes. Tampoco pudieron aportar información desde el organismo la Dirección Nacional de Migraciones.
Según se informó, la reforma incluiría también planes estratégicos de las Fuerzas Armadas para reforzar los controles fronterizos en los límites del norte del país y “en el territorio interno”. “Nuestro alineamiento internacional a favor de Israel nos lleva a tomar más precauciones ante las amenazas de Irán”, manifestaron.
