A 28 años del homicidio de José Luis Cabezas, ocurrido el 25 de enero de 1997 en General Madariaga por una banda comandada por el expolicía bonaerense Gustavo Prellezo y vinculada al empresario Alfredo Yabrán -quien se quitó la vida tras ser calificado como autor material del hecho-, se llevó a cabo ayer un acto en su memoria. En este contexto, su hermana Gladys volvió a insistir en la importancia que tiene para la familia el año 2034 y reveló una reciente anécdota que vivió uno de sus hijos.
“Nos van a seguir viendo acá, porque los asesinos de mi hermano deberían estar presos hasta 2034, ese año se cumpliría la condena, pero están todos libres”, dijo Gladys Cabezas en el santuario en honor al reportero gráfico, ubicado frente a la terminal de Pinamar. “Acá matar es gratis, salís con el 2×1… Sin embargo, seguimos. Yo necesito venir acá todos los años, mi hermano lo necesita, mis padres -que murieron de tristeza- también lo necesitan. Y vamos a seguir nombrando a todos estos autores del homicidio, que hasta 2034 tendrían que estar en su lugar, en la cárcel, pedimos justicia”, expresó emocionada frente a los presentes y ante la mirada del intendente de Pinamar, Juan Ibarguren.
Por otro lado, Gladys reveló una situación que vivió uno de sus hijos hace 20 días: se encontró con Braga vendiendo comida en la ciudad de Baradero. “Él fue a un recital y fue a comprar un choripán y se puso a hablar con el que los vendía. Y el vendedor le dice, ‘tengo una concesión de choripanes. A mí me conviene esto porque estuve preso porque maté a Cabezas’”, dijo.
“Mi hijo le dice ‘pará loco, ¿qué me estás diciendo? Yo soy el sobrino’. Y Braga le contestó: ‘Uy, flaco, disculpame’. Mi hijo quedó tan shockeado que dio media vuelta y se fue. No disfrutó del recital después. Y creo que ahí le cayó la ficha. Y cuando salió lo fue a grabar. Entonces Braga le dijo: ‘Recién te dije que maté a tu tío y ahora me venís a escrachar’”, agregó.