El juicio por la muerte de Diego Maradona comenzó con una prueba clave presentada por el fiscal Patricio Ferrari. En su exposición, mostró una impactante imagen del exfutbolista al momento de su fallecimiento, evidenciando su estado de abandono; y con ella acusó al equipo médico de no haber tomado medidas adecuadas para su cuidado, reforzando la hipótesis de negligencia extrema.
La imagen exhibida por el fiscal muestra a Maradona en su cama, con el abdomen muy hinchado y visiblemente desmejorado, lo que refleja un alarmante deterioro en sus últimos días. Según el letrado, esta prueba demuestra que el equipo médico no brindó la asistencia necesaria, dejando al Diez en una situación crítica sin respuesta adecuada.
El impacto en la sala fue inmediato. Familiares de Maradona, junto con seguidores de la causa, presenciaron la escena con conmoción mientras avanzaban los argumentos de la fiscalía. La acusación sostiene que la falta de control médico fue determinante en el desenlace fatal del ídolo del fútbol.
El juicio continúa con la presentación de más pruebas y testimonios que buscarán esclarecer el rol del equipo médico en los últimos días de Maradona.
El proceso tiene en el banquillo a siete acusados: el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, la coordinadora de la prestadora médica Nancy Forlini, el coordinador de enfermeros Mariano Perroni, el enfermero Ricardo Almirón y el clínico Pedro Di Spagna. La octava imputada, la enfermera Gisela Madrid, tendrá un juicio por jurados.

El Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de San Isidro está a cargo del debate, presidido por Maximiliano Savarino y Julieta Makintach y Verónica Di Tommaso como vocales. Se espera que las audiencias se realicen tres veces por semana, aunque podrían reducirse a dos si prospera un pedido de las partes.
Los fiscales Laura Capra, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren sostienen que la muerte de Maradona era evitable y que la actuación de los acusados incrementó el riesgo médico, llevándolo a un desenlace fatal. Según la fiscalía, Maradona padecía insuficiencia cardíaca, enfermedad hepática y un deterioro neurológico agravado por la falta de atención adecuada.
La acusación sostiene que los profesionales no realizaron los controles necesarios y omitieron acciones médicas fundamentales. La defensa argumentará, por su parte, que Maradona rechazaba internaciones y tratamientos médicos. Sin embargo, los mensajes de WhatsApp que se presentarán en el juicio indicarían que los imputados eran conscientes del deterioro del ex futbolista y que no tomaron medidas para asistirlo.
El debate se extenderá al menos hasta julio. Si los acusados son hallados culpables, podrían recibir penas de 8 a 25 años de prisión. La decisión del tribunal marcará un precedente en la responsabilidad médica en tratamientos domiciliarios.