El doctor Guillermo Diéguez estuvo ayer en el quinto piso del edificio de Penales de Quilmes, en la UFI 11 donde fue indagado por amenazas en el marco de la denuncia que presentó el fiscal Hernán Bustos Rivas, titular de la Unidad N° 5 descentralizada de Varela, previo a excusarse en el caso de Paloma y Josué; los adolescentes asesinados en Bosques en febrero último.
“Vinieron tres patrulleros y me pegaron las notificaciones en la puerta de mi estudio, es un atropello, pero sabemos como son las cosas, esto es una persecución”, explicó.
Asimismo recordó que recibió numerosas amenazas en la causa de Lucas Escalante y Lautaro Morello cuando asistía legalmente a la familia Morello, hizo las denuncias y nunca fue citado por dichos procesos.