Un joven de 25 años fue condenado en Mar del Plata por estafar a comerciantes al utilizar tickets falsos. La investigación concluyó que el acusado compró un utilitario, un cuatriciclo, un sommier y un sillón cama y a los vendedores les mostraba comprobantes de pago truchos.
Gabriel Abatedaga fue condenado a tres años de prisión en un juicio que se llevó a cabo en el Juzgado en lo Correccional N°4.
Aun así, las autoridades judiciales informaron que, si el condenado cumple con ciertas reglas de conducta, podrá cumplir dicha sentencia en libertad.
La primera estafa sucedió en mayo de 2019 cuando el joven se presentó en un local, dijo llamarse Sebastián Cáceres, compró un cuatriciclo y simuló hacer una transferencia por $97 mil.
Las siguientes ocurrieron en plena pandemia, en octubre de 2020, cuando Abatedaga se identificó con el nombre falso de Martín Nahuel Cáceres y adquirió un utilitario Renault Kangoo.
En este caso, el vendedor notificó que el acusado le mostró un comprobante falso, ya que nunca había ingresado la transferencia, y pese a que intentó localizarlo, nunca logró encontrarlo.

Lo curioso es que ese mismo día el estafador realizó otras compras más bajo la misma modalidad de engaño.
Desde el medio 0223 indicaron que obtuvo un somier, un respaldo y un sillón cama por el que, supuestamente, había abonado $118 mil. Una vez más, la vendedora no logró acceder a la transacción y notificó que fue engañada.
Pese a que los comerciantes lo reconocieron, Abatedaga declaró en el juicio y negó los hechos por los que lo condenaron.
Tras varios días de juicio, la jueza Inés Olmedo condenó al joven por ser autor penalmente responsable de tres hechos de estafa a la pena de tres años de ejecución condicional.
La pena fijada fue de tres años de prisión, pero, al considerar ciertos régimen procesales, dictaminó que cumpla la condena de manera condicional.
Para cumplir con la pena en libertad, el joven deberá fijar residencia, someterse al control del Patronato de Liberados, no cometer nuevos delitos, no contactarse con las víctimas, abstenerse del consumo de alcohol o estupefacientes y adoptar un arte u oficio.