La noticia de la muerte del papa Francisco sacudió al mundo entero. Durante sus últimos meses presentó un cuadro de neumonía bilateral que complicó muchísimo su salud. Si bien pudo recuperarse -no sin antes atravesar un cuadro crítico- durante sus últimas apariciones en público se lo vio debilitado y utilizando cánulas de oxígeno para facilitar la respiración.
“Feliz Pascua“, fueron las últimas palabras que exclamó en público en el marco de la misa del Domingo de Resurrección, celebrada ayer frente a la Plaza de San Pedro.
Su partida significa la pérdida, no solo del primer papa de origen sudamericano, sino también uno de los argentinos más influyentes a nivel mundial.
Desde el sector de la política provincial, intendentes, senadores, diputados y funcionarios del ejecutivo despidieron a Bergoglio, recordando su convicción y celebrando su legado.
Hoy es un día tristísimo. Francisco se convirtió en referencia de los que luchan por la justicia social en todo el planeta. Mientras muchos exaltan el egoísmo, el Papa predicó siempre por una economía al servicio de los que más necesitan.

