El Día de la Bandera volvió a dejar al descubierto la interna entre el presidente, Javier Milei, que encabezó un acto en Palermo y su vice, Victoria Villarruel, que viajó a Rosario y lanzó una frase con peso político: “No hay otro lugar en Argentina para estar más que acá”, en referencia a Rosario, al tiempo que remarcó que no fue invitada al acto porteño que encabezó Milei.
Si bien Milei evitó referirse a la división interna, lo cierto es que aprovechó el escenario para volver a cargar contra “la casta política”. “Durante años utilizaron a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa”, lanzó, en un tiro por elevación a sectores del peronismo y el radicalismo. También cuestionó la política tradicional por “haber desatendido las amenazas globales” y afirmó que su Gobierno está “reconstruyendo el país con las fuerzas armadas y las familias argentinas como pilares”.
El acto en el Campo de Polo fue organizado por el Ministerio de Defensa y contó con la participación de las principales autoridades militares del país, así como funcionarios del Gabinete nacional. En el evento, Milei tomó juramento de fidelidad a la bandera a más de 1.200 cadetes de las fuerzas armadas, en lo que se presentó como un gesto de reafirmación del vínculo entre su Gobierno y las instituciones castrenses.
En esa línea, el Presidente resaltó el rol de los uniformados en su proyecto político y les agradeció por la “valiente decisión de unirse a nuestras fuerzas”, dado que consideró que “están arriesgando sus vidas por todos los argentinos, y eso es el más noble de los servicios a la patria”.

En Rosario, el acto central por el Día de la Bandera fue encabezado por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente, Pablo Javkin, frente al Monumento Nacional. La única representante nacional presente fue Villarruel, quien participó de la ceremonia pese a que no fue incluida formalmente en el protocolo del evento. Por esa razón no tomó la palabra en el acto oficial, aunque sí dialogó con la prensa local en la previa.
Desde el epicentro histórico del homenaje a Manuel Belgrano, la Vicepresidenta dejó clara su disconformidad con el esquema definido por la Casa Rosada: “No hay otro lugar para estar más que acá. ¿Qué mejor lugar para honrar a Manuel Belgrano?”, afirmó. Además, aclaró que no fue invitada al acto porteño y, en una crítica indirecta a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que había asegurado que “la representación del Gobierno estará en el Campo de Polo”, respondió: “Lo que digan los demás se lo tendrán que hacer cargo los demás”.
Por fuera del cruce político, Villarruel agradeció la invitación del gobernador Pullaro y del intendente Javkin, destacó el valor simbólico del Monumento y elogió el rol de las fuerzas federales en la lucha contra el narcotráfico. “Definitivamente es el mejor lugar para estar”, insistió. Su presencia en Rosario fue gestionada directamente con el municipio, sin intervención del Gobierno nacional, lo que refuerza la lectura de una estrategia política autónoma dentro del oficialismo.