Momentos de suma tensión se vivieron durante horas en la Unidad Penal N° 32 de Florencio Varela, donde internos de varios pabellones, cada uno con más de 100 reclusos, protagonizaron un violento levantamiento que generó destrozos y un fuerte operativo de seguridad. Se investiga si el incidente, que se habría iniciado como una protesta contra traslados, derivó en un intento de fuga.
Los disturbios comenzaron por una supuesta protesta de un grupo de detenidos para evitar que fueran trasladados a otras unidades penitenciarias. Sin embargo, la situación escaló rápidamente, con los internos rompiendo techos, tomando control de los mismos, prendiendo fuego y causando cuantiosos daños en mampostería, estructuras, celdas y cocinas dentro de la unidad.
Ante la magnitud de los hechos, las autoridades judiciales ahora investigan si el verdadero objetivo de los amotinados era concretar una fuga de la cárcel. Fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) indicaron que, para recuperar el control de los pabellones, se efectuaron alrededor de 300 disparos de escopeta con postas anti-tumultos.




El incidente dejó lesionados, tanto internos como personal del cuerpo penitenciario, aunque afortunadamente las heridas no revisten gravedad. Un detalle que llamó la atención fue que los propios internos subieron videos y fotos de los disturbios a las redes sociales, en una práctica que, cabe recordar, se encuentra protocolizada en la Provincia en lo que respecta al uso de dispositivos celulares en el ámbito carcelario.
En el lugar trabajaron intensamente personal de la Policía Científica, efectivos de la comisaría 5° de Varela y grupos especiales para controlar la situación y realizar las pericias correspondientes. La investigación judicial recayó en la Fiscalía Temática N° 9 de Florencio Varela, a cargo del doctor Cristian Granados, con intervención del Juzgado N° 6, cuyo titular es el Juez Diego Agüero. Actualmente, se inició proceso por los delitos de “Daño Agravado” y “Resistencia a la Autoridad” en el marco de este grave episodio que puso en jaque la seguridad de la unidad carcelaria.