A casi 32 años de la desaparición de Miguel Bru, su madre Rosa, se puso en contacto con el fiscal para que avance sobre un nuevo hallazgo en la causa.
Dentro de poco tiempo se cumplen 32 años del asesinato y desaparición de Miguel Bru, su mamá, Rosa Bru, se reunió con el fiscal Gonzalo Petit Bosnic, quien esta a cargo de la causa, ya que encontraron un restos óseos que podrían corresponde a un hombre, por esto le pide al juez que avance con la investigación para determinar si pertenecen o no a su hijo.
Durante el encuentro, la madre del joven desaparecido en 1993 por la Policía Bonaerense le pidió al fiscal que tome en cuenta esta información, investigue las circunstancias del hallazgo y ordene nuevas medidas para rastrillar la zona y realizar estudios de ADN que permitan identificar los restos, confirmaron fuentes judiciales.

La nueva pista le llegó a Rosa por Marta Ramallo, mamá de Johana. Se trata de datos que en su momento fueron remitidos por la Fiscalía N° 8 de La Plata al juez federal Alejo Ramos Padilla, quien investigó el caso de Johana hasta el inicio del juicio que actualmente se desarrolla en el TOF N° 2 de La Plata.
Los estudios genéticos que se hicieron en el momento del hallazgo descartaron que los restos fueran de Johana Ramallo y se determinó que eran de un varón joven. A partir de esa confirmación, Marta decidió compartir esa pista con Rosa Bru, porque pueden ser muy útiles.
“En agosto se cumplen 32 años de la desaparición de mi hijo. No vamos a bajar los brazos y no vamos a parar de buscarlo hasta saber dónde está”, dijo Rosa en declaraciones mediáticas, además de agradecer a Marta por acercarle este dato, “que representa una oportunidad más de encontrar a Miguel”.
Actualmente existe una recompensa de 5 millones de pesos ofrecida por el gobierno bonaerense para quien aporte información fehaciente sobre el paradero de Bru. Quienes tengan información pueden presentarla de forma confidencial ante la Fiscalía N° 3 de La Plata.
Miguel Bru fue torturado y asesinado el 17 de agosto de 1993 en la comisaría Novena de La Plata. Si bien se logró la condena a los ex policías responsables, nunca dijeron dónde está el cuerpo. Desde entonces ya se hicieron más de 40 rastrillajes en distintos puntos de la Región y localidades cercanas, sin éxito.
El 17 de mayo de 1999 la justicia condenó a los policías Justo José López y Walter Abrigo, quien falleció en la cárcel, a prisión perpetua por tortura seguida de muerte, privación ilegal de la libertad y falta de deberes de funcionario público, mientras que por encubrimiento fueron sentenciados el excomisario Domingo Ojeda y al exoficial Ramón Ceressetto.