La Comisión Provincial por la Memoria, en su función de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, interpuso un habeas corpus colectivo a favor de los detenidos alojados en el pabellón 4 de la Unidad 54 de Florencio Varela al constatar durante una inspección al lugar el agravamiento de las condiciones de detención por la sobrepoblación que ascendía a 33%, condiciones inhumanas de detención, falta de asistencia a la salud y deficiente alimentación, entre otros factores. El Juzgado en lo Correccional N° 1 de Quilmes hizo lugar a la presentación admitiendo que se encuentran “agravadas las condiciones de detención al nivel de no guardar comunión con los estándares mínimos de respeto a la dignidad de las personas privadas de su libertad” y ordenó varias medidas.
La presentación se hizo a favor de quienes se encuentran detenidos en el pabellón de la Unidad 54, un pabellón denominado “cristiano” y referenciado bajo un programa integral de asistencia y tratamiento para jóvenes adultos (PIAJTA). Durante una inspección el organismo detectó una sobrepoblación mayor al 30%: 48 personas permanecían en un espacio disponible para 36.
Así, en celdas donde hay camas para 4 duermen duermen 5 personas e incluso en una de las celdas había 8 personas alojadas. Esta situación hace las personas deban acudir a diferentes estrategias para poder descansar no sólo por la falta de camas sino también por la falta de colchones; al menos cinco personas no tenían colchones para dormir.
El Juzgado en lo Correccional N° 1 de Quilmes a cargo del juez Edgardo Salatino hizo lugar al habeas corpus y dispuso varias medidas. En principio requirió a la dirección de la Unidad redistribuir los cupos de alojamiento y respetar el cupo de cuatro personas por celda.

El fallo reconoce que la sobrepoblación “sin lugar a dudas ha de implicar un deficiente acceso a debidas condiciones de higiene, de descanso, de privacidad y de atención médica”. Todas estas cuestiones se describen en la denuncia realizada por la CPM que describe las dificultades y obstáculos de los detenidos para acceder a atención médica, y las afecciones generadas por el hacinamiento, la humedad y las malas condiciones materiales.
La denuncia describe además que faltan vidrios en las ventanas, que la calefacción del lugar no funciona, las canillas están rotas y pierden agua constantemente, la mala iluminación combinada con conexiones eléctricas precarias, que la alimentación es insuficiente y el sector de cocina también está en muy malas condiciones de seguridad e higiene.
Ante estas cuestiones el juzgado instó a la administración de la unidad a que garantice la provisión de elementos de limpieza, se instalen los vidrios faltantes en las celdas y se revisen las conexiones eléctricas para repararlas, al igual que las canillas y calefacción.
De acuerdo a los datos sistematizados por la CPM, en el sistema penitenciario bonaerense en agosto de este año la sobrepoblación ascendía a un 112%. Según denunció en su último informe sobre el sistema de encierro y políticas de seguridad, durante 2024 la sobrepoblación pasó de 96% a 106%, el salto interanual más alto de los últimos seis años.