El 10 de julio de 2024 Bastián Escalante fue a jugar al fútbol a la Sociedad de Fomento del barrio La Carne de Wilde. Su mamá, Johana, lo acompañó, esperó a que terminara y juntos emprendieron el regreso a casa. El nene de 10 años iba en su bicicleta. Doblaron en la calle Caxaraville, pero en la otra esquina el policía Juan Alberto García Tonzo les disparaba sin parar a los ladrones que escapaban tras haberlo querido asaltar. La mujer intentó regresar, abrazando a su hijo, pero un tiro impactó en la espalda del chico. Lo mató. Un jurado popular declaró al oficial de la Bonaerense culpable del homicidio agravado, y todo indica que recibirá una dura condena.
Ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Avellaneda, dirigido por la jueza María Angélica Sayago del Castillo, los jurados entregaron su veredicto tras más de 3 horas y 20 minutos de debate. Lo hallaron responsable del delito de tentativa de homicidio agravada con uso de arma y exceso de la legítima defensa de los ladrones por unanimidad y por el homicidio agravado por el uso de arma de Bastián por 10 votos.

Tras la lectura del veredicto, la jueza Sayago del Castillo pautó la audiencia de cesura para el 2 de octubre y, luego, le colocó al presidente del jurado un pin y le dijo: “Ahora usted es juez penal”. Mientras tanto, los padres de Bastián, Johana y Alejandro se abrazaban llorando y no dejaban de decirles a sus abogados y los familiares: “Gracias por estar acá, gracias por todo”.
A la salida, ya rodeando la medianoche, los esperaban más familiares y amigos del club donde jugaba al fútbol, con una bandera que decía: “Desde hoy el cielo brilla más. Siempre vas a estar en nuestros corazones y en cada partido de la socie. Bastián presente. La escuelita de fútbol mixta de la Sociedad de Fomento del barrio La Carne”.
En los alegatos, la acusación, integrada por la fiscal Mariela Montero, la abogada Luz Santos Morón de la Comisión Provincial de la Memoria y Franco Laudani, en representación de la familia de Bastián, habían pedido que fuera hallado culpable de homicidio con dolor eventual agravado por el uso de arma.
“La evidencia lo dice todo. Con su arma reglamentaria, provista por el Estado, actuó con intención criminal, una conducta que tiene detrás la intención de causar la muerte», dijo Santos Morón sobre García Tonzo.
Para la fiscal Montero, “un policía que siente miedo no puede ser policía”. Para el abogado de la familia, “nadie niega que le intentaron robar, pero él disparó 12 veces”.
La defensa, por su parte, había solicitado que lo declaren culpable, pero por un homicidio culposo, un delito menor. “Que cometió un error, nadie lo duda… Mi defendido fue una persona torpe que cometió un error, pero no es un asesino“, le había dicho a los jurados antes de que pasaran a deliberar.
La noche del crimen, García Tonzo había ido a buscar a su hijastro de 19 años a la escuela técnica N°3 de Wilde que está a la vuelta del club donde Bastián salía de jugar al fútbol. Estacionó su moto, pero fue interceptado por cuatro sospechosos en dos motos, tres menores de edad, uno de 14 en ese entonces. Le quisieron robar.
El policía dio la voz de alto y sacó su arma. Los delincuentes comenzaron a escapar por la calle Caxaraville hacia Rondeau. Bastián y su mamá venían en la dirección contraria y García Tonzo no paraba de disparar. Tomó dos posiciones para tirarles por la espalda a los sospechosos en fuga.
Johana relató que volvía a su casa con su hijo y vio a una persona sacando un arma: “Me di cuenta de que era un robo y nos giramos con Bastián volviendo al club. Vi que la persona sacó un revólver. Le dije: ‘Volvamos porque están robando’. Apenas giramos con Bastián, escuché disparos, más o menos, diez que venían de atrás mío. Intentamos apurarnos hasta la esquina. No llegué a girar”.
Y siguió: “Antes de doblar la esquina, él se quejó, me dijo: ‘Ma…’. Y cuando terminó de decirme eso se desvaneció y cayó al piso. No podía hablar. Cuando me doy cuenta tenía un disparo en el cuello, que traté de presionarle porque le salía mucha sangre”, se sinceró en llanto.
Fuente: Diario Conurbano