Ayer falleció Vera Jarach, un emblema de la lucha por los derechos humanos. La mujer tuvo una única hija el cual fue desaparecida y desde entonces nunca detuvo su búsqueda de justicia: “Nunca Más el silencio”, repetía Vera.
Vera Vigevani de Jarach llegó hace 86 años desde Milán en barco, huyendo de otro genocidio de la Italia Fascista. No pudo llorar a su abuelo en una tumba, quien falleció en Auschwitz. Una vez acá, sufrió la pérdida de su hija, Franca Jarach, víctima de la dictadura.
“Tengo dos historias que demuestran que lo pasó una vez puede volver a suceder”, advertía. Madre de Plaza de Mayo de la Línea Fundadora e integrante de la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Vera falleció a los 97 años.

Vera nació el 5 de marzo de 1928 en el norte de Italia. Con su familia decidieron venirse para Argentina escapando del fascismo. Llegó al país en 1939, donde conoció muy joven a Jorge Jarach, un ingeniero italiano con el que se casó. Después de varios años de matrimonio, llegó Franca, que nació el 19 de diciembre de 1957.
A Franca la 25 de junio de 1976, cuando tenía 18 años. Su secuestro coincidió con la caída de un grupo de militantes gráficos. Vera la buscó por todos lados y En 1977 se sumó a Madres. Con el paso del tiempo, conformó la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina.
“Hasta siempre, compañera”, posteo Victoria Tolosa Paz a través de la red social “X” (ex Twitter) donde destacó vida como “testimonio de amor y de lucha, contra el silencio y el olvido”.
Asimismo, el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, la homenajeó en la misma plataforma por su “inmenso trabajo por los derechos humanos y tu lucha incansable por la Memoria, Verdad y Justicia”.