Miles de personas participaron de la 51° Peregrinación Juvenil a Luján, la tradicional muestra de fe que se realiza año a año y que congrega a fieles de todas las edades.
Desde las 7, los peregrinos partieron desde la Iglesia de San Cayetano, ubicada en el barrio porteño de Liniers, en un recorrido que atraviesa varias localidades hasta llegar a la Basílica de Luján.
El lema de este año es “Madre, danos amor para caminar con esperanza”. El vocero del Arzobispado de Buenos Aires, Facundo Fernández, explicó que, como cada año, se tomaron los cuadernos de intenciones del año anterior, se los leyó durante un período de uno o dos meses, y a partir de esas súplicas se construyó el mensaje.



“Cada uno camina con lo que trae en su vida y se lo pone a los pies de María. Nosotros acompañamos esos pedidos, los ayudamos, les damos una mano. Hay más de 5.500 voluntarios, más de 100 puestos de apoyo y sanitarios. La idea es que los peregrinos puedan llegar con gusto a Luján”, agregó, al respecto.
“La peregrinación es como la vida: hay momentos más alegres y otros más duros”, describió Jorge García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires. Además, mencionó al papa Francisco, ya que es la primera caminata a Luján tras su muerte.