El ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido fue trasladado ayer desde los tribunales de Comodoro Py hacia el penal de Ezeiza para cumplir la pena de cuatro años de prisión impuesta por su responsabilidad en la tragedia ferroviaria de Once, ocurrida en 2012.
La medida se concretó luego de que la Corte Suprema de Justicia dejara firme la condena dictada por el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4), que lo halló culpable del delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
De Vido se había presentado voluntariamente en los tribunales pasadas las 8.15, tras conocerse la decisión del máximo tribunal. La Corte, integrada por Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, declaró “inadmisibles” los recursos del Ministerio Público Fiscal y de la defensa, cerrando así el proceso judicial iniciado más de una década atrás.

En 2018, el TOF 4 —conformado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñíguez— había determinado que el entonces ministro no cumplió con su deber de controlar el uso de los fondos públicos asignados a la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA).
Si bien fue absuelto del delito de estrago culposo, vinculado a las muertes y lesiones provocadas por el accidente que dejó 51 víctimas fatales, el tribunal lo responsabilizó por no haber fiscalizado el manejo de los recursos destinados al servicio ferroviario.
La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la sentencia, y en 2024 la Corte Suprema ratificó su culpabilidad por defraudación, aunque ordenó revisar el monto de la pena, que finalmente quedó en cuatro años de prisión e inhabilitación especial perpetua.
Con el rechazo a los últimos planteos de la defensa, el máximo tribunal cerró la vía judicial y dejó firme la condena que ahora deberá cumplir en el penal de Ezeiza.
