El boleto de colectivo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) volvió a ajustarse, en el marco del proceso de reducción de subsidios y de recomposición tarifaria que impulsa el Gobierno nacional desde principios de año.
La suba, que será del 9,7%, llevará el valor mínimo de los servicios que conectan la Ciudad de Buenos Aires (CABA) con los municipios de la provincia de Buenos Aires a alrededor de $495, según lo que Economía dejará asentado en una resolución que se publicará en el Boletín Oficial.
El incremento alcanzará a todas las líneas que cruzan la General Paz o el Riachuelo y forma parte del esquema que la administración nacional decidió acelerar, tras las elecciones legislativas del 26 de octubre, cuando el oficialismo obtuvo una diferencia amplia. La medida vuelve a tensionar el bolsillo de millones de pasajeros del AMBA.
En esta línea, el nuevo cuadro tarifario está delineado para los trayectos de hasta 3 kilómetros, el boleto subirá de $451 a unos $495; entre 3 y 6 kilómetros, de $502 a cerca de $551; entre 6 y 12 kilómetros, de $541 a alrededor de $594; entre 12 y 27 kilómetros, de $580 a unos $636; y para más de 27 kilómetros, de $618 a aproximadamente $678.

El ajuste también se suma a los aumentos mensuales que aplican tanto la Ciudad como la Provincia en las líneas que operan exclusivamente dentro de sus jurisdicciones, luego de que en 2024 la Nación les transfiriera la responsabilidad plena sobre la regulación de esas tarifas. En esos casos, los incrementos se calculan a partir del índice de inflación más reciente, con un adicional de dos puntos, por lo que en diciembre volverán a actualizarse.
Pese a las fuertes subas registradas desde 2024, que ya superan el 600%, la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) advierte que el boleto continúa muy por debajo del valor real necesario para compensar los años de congelamiento que atravesó el sistema. Según sus estimaciones, la tarifa vigente se mantiene lejos del equivalente ajustado por inflación de marzo de 2019, que se ubicaría hoy en torno a los $838.
Entre 2022 y 2025, los boletos urbanos se multiplicaron por más de 30 en varios casos, contra una inflación acumulada del 870%, una diferencia que refleja el atraso estructural que el sector arrastra desde hace años. Esa brecha impactó además en la renovación de flota, ya que en la actualidad circulan 17.704 unidades, frente a las 18.321 registradas en 2021, mientras que el 27% de los colectivos supera la década de antigüedad, casi el doble que cuatro años atrás.
Un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del IIEP (UBA-Conicet) indica que, entre diciembre de 2023 y octubre de 2025, el transporte en el AMBA acumuló una suba del 852%, muy superior a la inflación general del período, que fue del 171%, y al promedio de los servicios públicos, que creció 514%.
Desde febrero de 2024, tras la eliminación del Fondo de Compensación al Transporte Público del Interior, la tarifa social quedó como el único subsidio nacional vigente y sólo se aplica en ciudades que operan con el sistema SUBE. En el resto del país, los aumentos corrieron por cuenta de cada provincia o municipio, lo que generó diferencias tarifarias profundas entre regiones metropolitanas y localidades del interior.
En ese contexto, en algunas ciudades, el pasaje mínimo supera los $1.500, mientras que en el AMBA se mantiene por debajo de los $600 para los trayectos más cortos. La brecha responde a la heterogeneidad de subsidios y a los distintos costos operativos, según explicó AAETA.
