Así lo revela el informe “Situación de comedores, merenderos y ollas populares en la región” realizado por la Universidad Nacional de La Plata-Conicet. En comparación con el año pasado, aumentó la cantidad de personas que asisten en todos los grupos de edad, pero fue especialmente fuerte entre niños, niñas y adolescentes: más del 70% de los comedores reportó un incremento en este grupo. También hubo un aumento entre personas mayores, alcanzando casi al 64% de los espacios.
El estudio fue elaborado en los alrededores de la ciudad de La Plata, en la provincia de Buenos Aires, por equipos de investigación UNLP-CONICET, docentes y estudiantes de la carrera de Nutrición y residentes hospitalarios. Se realizaron entrevistas a 61 servicios de asistencia directa (SDA), ubicándose la mayoría en los barrios populares del Gran La Plata.
Casi el 30% de los SDA presta atención dos días a la semana, seguido de aquellos que atienden uno (21%) y tres (19%). Los que asisten de cinco días o más representan menos del 20%.

En cuanto a la población que asiste a los SDA, en la mayoría se registran un promedio de más de 180 personas (casi el 40% de la muestra) seguido por aquellos que asisten a más de 120 personas (27%).
El 90% de los SDA ofrece viandas para consumo domiciliario, más de un 34% distribuye productos sin elaborar y el 16% brinda comida elaborada para consumir en el local. A su vez, más del 35% de los SDA presenta una combinación de modalidades.
El servicio de merienda es el que se ofrece en mayor medida (75,4%), seguido por la cena (49,2%). De todos modos, muchos de los espacios suelen ofrecer más de un servicio: 36,1% brinda almuerzo y merienda; 34,4% merienda y cena y el 8,2% almuerzo y cena.
Respecto a los alimentos que más escasean, predominan el aceite (65,6%), azúcar (50,8%), carnes y verduras (36,1%), arroz y harina (29,5%) y fideos o puré de tomate (24,6%).
“La centralidad de estos alimentos dentro del funcionamiento diario de comedores, merenderos y ollas populares evidencia una profundización de las limitaciones detectadas en el relevamiento 2024, indicando un deterioro en la disponibilidad de insumos esenciales para garantizar aportes nutricionales mínimos y la sostenibilidad de la asistencia alimentaria comunitaria”, expresaron los investigadores.
Más del 76,7% de los referentes de los SDA señaló que hubo cambios en la calidad de la comida elaborada y ofrecida en relación a 2024, y en casi la totalidad de los casos ese cambio tuvo un carácter negativo. La disminución de cantidad y variedad de alimentos (sobre todo verduras y carnes) y aumento de la demanda, fueron las principales causas.
En relación al rol del Estado, el 64% de los SDA afirmó que recibe alimentos del gobierno provincial y aproximadamente 18% recibe también dinero. Mientras que la ayuda del gobierno nacional presenta una disminución significativa: solo 5% de los sitios recibe alimentos y 3% dinero. Más de la mitad de los SDA realizan actividades extras para poder sostener sus servicios.
El informe señala que las organizaciones sociales, iglesias, movimientos territoriales y espacios comunitarios siguen siendo el principal sostén alimentario, emocional y organizativo de los barrios.
Fuente: Nota al Pie.
