El Gobierno nacional resolvió fijar por decreto el próximo valor del Salario Mínimo Vital y Móvil ante la falta de acuerdo en la reunión del Consejo del Salario, donde participaron cámaras empresarias, la CGT y las dos CTA.
Según lo planteado en el encuentro, la CGT y una de las CTA propusieron llevar el salario mínimo a 553.000 pesos a partir de abril de 2026. En paralelo, la CTA Autónoma reclamó que el monto sea de 736.000 pesos, con el argumento de que debe ubicarse “por encima de la línea de indigencia”.
Del lado empresario, la postura fue otra: elevar el salario a 326.000 pesos en la actualidad y a 349.000 pesos desde abril del próximo año.

Tras un cuarto intermedio sin modificaciones de ninguna de las posturas, el Ejecutivo convocó a la sesión plenaria y anunció que, ante la imposibilidad de consensuar un número, aplicará un decreto. Desde la CTA Autónoma señalaron que durante la gestión de Javier Milei el Gobierno mantuvo el mismo criterio: definir el salario mínimo “en línea con la propuesta empresarial”.
El secretario general de la central, Hugo Godoy, afirmó que la negociación “impidió alcanzar una mejora real” y sostuvo que la decisión de avanzar por decreto se tomó con el “despotismo” que, según expresó, caracteriza al actual Gobierno. También calificó como “una vergüenza” el desenlace de la reunión.
Mientras el Consejo sesionaba, las dos CTA y distintas organizaciones sociales se movilizaron frente a la secretaría de Trabajo, a cargo de Julio Cordero. Allí reclamaron que el salario mínimo se equipare al costo de la Canasta Básica Total, además de pedir un bono de fin de año, la actualización de programas sociales y el reconocimiento del trabajo socio-comunitario.
