Al menos 13 personas murieron en cinco siniestros viales ocurridos en todo el país en la primera semana del 2022, según relevó la organización Luchemos por la Vida, que advirtió que en todos los casos estuvo “el error humano desencadenando tragedias” ya sea por consumo de sustancias, exceso de velocidad u otras infracciones a las leyes de tránsito.
Tras repasar hechos registrados en las provincias de Córdoba, Mendoza, Neuquén, Buenos Aires y la Capital Federal; la asociación puntualizó que si bien los casos son “diferentes entre sí, contienen un denominador común, el error humano desencadenando tragedias” tales como “conducir drogado, a exceso de velocidad, ingresar a una ruta sin mirar, adelantarse indebidamente, detenerse sobre el asfalto, circular distraído”, entre otros.
Uno de los siniestros más resonantes a nivel cobertura mediática tuvo lugar el pasado 2 de enero por la mañana, en los bosques de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires, cuando un hombre atropelló a cinco de personas en bicicleta, una de las cuales falleció por las lesiones recibidas.
Tras embestir violentamente al grupo, el automovilista –que estaba bajo los efectos de sustancias psicoactivas- se fue caminando del lugar tras retirar sus pertenencias del vehículo, abandonando a su suerte al grupo de ciclistas malherido.
Al día siguiente murieron dos personas en Córdoba, al despistarse la camioneta en la que circulaban en la ruta 7, entre Lavalle y La Cautiva, a la altura del km 549. Por causas que se investigan, la Ford Ecosport con cuatro ocupantes se salió de la ruta y terminó contra un alud de tierra en la banquina. Dos mujeres resultaron fallecidas, mientras que el conductor del vehículo, de 38 años, y una niña de 12 años, resultaron con lesiones de distintas consideración.
En zona de San Rafael, Mendoza, cuatro integrantes de una familia rosarina, dos hombres y dos mujeres, fallecieron durante la madrugada del 4 de enero como consecuencia de un choque frontal entre el auto en el que viajaban y otro vehículo sobre la ruta 143. Las víctimas fatales iban con un bebé, único sobreviviente que quedó internado con fracturas en las costillas.
En Neuquén, cuatro personas fallecieron, entre ellas dos menores de 8 y 14 años, y otra resultó con heridas de consideración debido a un choque frontal ocurrido el pasado viernes en la ruta nacional 237, a la altura de Corral de Piedra.
El siniestro se habría producido por el adelantamiento de un vehículo sin tener en cuenta que otro venía de frente, con el saldo adicional de al menos una persona herida más que circulaba en el otro vehículo.
En Provincia de Buenos Aires, el mismo día un hombre de 27 años y su pareja murieron a causa de un fuerte choque en la autopista Panamericana, a la altura de Campana.
La camioneta en la que se encontraban estaba detenida parcialmente dentro del carril lento de la autopista cuando un camión mosquito que transportaba vehículos desde Córdoba, los embistió y arrastró. Los dos vehículos impactaron contra una de las rampas de acceso de un puente peatonal que se derrumbó y aplastó a la camioneta cuyos ocupantes murieron en el acto.
“El por qué de estas elecciones erróneas puede ser diverso y complejo. Pero sin duda, debería motivar una fuerte reflexión para entender que el tránsito es un sistema dinámico que hacemos entre todos en interdependencia de los unos con los otros”, dijeron.
En ese sentido, “debemos estar alertas y atentos todo el tiempo, usar los cinturones de seguridad y los cascos, circular a una velocidad moderada, sin alcohol ni otras drogas” porque “nadie está exento de sufrir un hecho vial riesgoso” y el hecho de que nunca haya pasado “no quiere decir que no pueda pasar y el desenlace final dependerá siempre de cada uno y de los demás”, dijeron.
“En cuanto a las autoridades, principales responsables de la seguridad vial, urge implementar todas las medidas posibles para poner límites a estos comportamientos de riesgo, lo que incluye concientizar y educar a la ciudadanía, controlar el cumplimiento de las normas y sancionar severamente a los transgresores y mejorar las condiciones ambientales y de infraestructura para minimizar los daños en casos en que el error humano suceda”, concluyeron.