El abogado penalista Rubén Ernesto Carrazzone fue condenado hoy a prisión perpetua por el femicidio de su pareja, Stella Maris Sequeira, cuyo cadáver nunca fue hallado y que se presume ocurrió en diciembre de 2016 cuando la mujer desapareció de su vivienda del partido bonaerense de Ezeiza, informaron fuentes judiciales.
El fallo fue dictado por el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata, integrado por los jueces Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Fernando Canero, que consideró a Carrazzone (66) autor de los delitos de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido mediando violencia de género en concurso real con el delito de falsa denuncia”.
La condena coincidió con el pedido formulado por el fiscal de juicio Hernán Schapiro, la titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta; y la abogada de la querella, Raquel Hermida Leyenda, quienes habían requerido la pena máxima prevista para estos delitos, que es la prisión perpetua.
En su alegato, la fiscalía sostuvo la hipótesis de que “el señor Carrazone, el día 29 de diciembre de 2016, en el marco de una pelea acaecida ese día, y entre las 16.45 y las 11.30 del día siguiente, dio muerte a la señora Sequeira haciendo desaparecer el cuerpo de la víctima”.
Por su parte, la abogada había referido que ella conoció a la víctima el 3 de abril del mismo año en que fue brutalmente asesinada y dijo: “Es la primera vez que estoy en un juicio donde la víctima de un femicidio habló conmigo”.
Tras conocer el veredicto, Hermida Leyenda dijo sentirse “muy emocionada” y agregó: “Conocí a Stella y se lo debía, habíamos quedado en vernos por mi especialidad y nunca se concretó la entrevista”.
Al ser consultada sobre el proceso judicial, la letrada afirmó que “fue una investigación que se hizo codo a codo con la fiscalía” y en ese sentido indicó: “Le pusimos el cuerpo a la causa, tanto la hija de Stella como yo, subidas a un auto, tuvimos que investigar hasta llegar a conseguir tres testigos que no querían hablar porque tenían miedo”.
A su vez, Hermida Leyenda contó que durante su intervención en el caso, en enero de 2017, tanto ella como sus hijos recibieron amenazas: “Fue un infierno, pero logramos una condena”.
La letrada explicó también que, en casos de femicidios como este, es necesario recordar “que el cuerpo del delito no es el cadáver.” y luego enumeró una serie de casos en los que se arribó a condenas por homicidio sin el cuerpo, como los casos de Miguel Bru en 1993, la turista suiza Annagreth Würgler en 2004, la docente Beatriz Argañaráz en 2006, Roxana Núñez en 2009 y Érica Soriano en 2010, entre otros.
Por su parte, Carrazzone tuvo la posibilidad de pronunciar sus últimas palabras momentos antes de escuchar el veredicto, y dijo: “Quienes tenían la obligación de esclarecer lo que aquí paso, han venido a poner más oscuridad de la que había. Stella está desaparecida.”
La semana pasada, el abogado penalista ejerció su propia defensa en su alegato ante el tribunal correspondiente y, en relación a la investigación llevada adelante por la justicia, dijo que ha sido “una farsa disfrazada de procedimiento judicial”.
“Un farsa que se llevó en mi contra y fundamentalmente contra Stella, a quien nadie buscó”, sostuvo el letrado. Por último, el abogado aseguró que “no se acreditó el cuerpo del delito, no hay un solo vestigio de un ataque fatal”.
El debate comenzó el 31 de marzo del año pasado y fue llevado adelante por la Justicia Federal, ya que inicialmente el caso se investigó como un presunto secuestro extorsivo, debido a que el abogado denunció que había recibido un llamado para que entregara dinero si quería recuperar a su mujer, lo que finalmente se desestimó.
La víctima, quien convivía desde hacía 15 años con el penalista, desapareció el 29 de diciembre de 2016 de su casa de la calle El Ombú 786, del Barrio El Trébol del partido bonaerense de Ezeiza, en el sur del conurbano.
El abogado denunció el hecho recién el 31 de ese mes y, un día después, aseguró haber recibido un llamado extorsivo en el que supuestamente le exigían 80.000 dólares para liberarla. Sin embargo, la pesquisa determinó que se había tratado de una falsa denuncia, tendiente a entorpecer la investigación y ocultar el femicidio.
Finalmente, Carrazzone fue imputado y detenido por el crimen, pese a que el cadáver de la víctima nunca fue hallado.