Con el relato de diez testigos comenzó el juicio contra Ariel Norberto García por el femicidio de Carolina Medina, la joven embarazada de 8 meses cuyo cuerpo apareció sin vida y con signos de violencia extrema en una habitación del hotel alojamiento Susurros de Florencio Varela. El debate continuará hoy con la exposición de un perito y los alegatos.
Tanto el fiscal de Juicio doctor Dino Mastruk como el particular damnificado doctor Rodrigo Raskovsky expusieron ante los jueces los fundamentos por los que considera a Ariel Norberto García como el autor material del femicidio de Carolina Medina; para ello convocaron a un importante número de testigos, desde agentes de la policía bonaerense y peritos. También a aquellos que intervinieron en la investigación y detención de García.
Del otro lado, la doctora Adriana Thevenon – defensora de García- en distintos tramos de su interrogatorio a los testigos de fiscalía enfatizó que su ahijado procesal “se entregó” y dio a entender la hipótesis toxicológica de su defendido y de que actuó bajo efectos de estupefacientes.
Testimonios
Los magistrados del Tribunal Oral 1 de Varela, Moya Panicello- presidente-, Butierrez y Raúl Sequeiros escucharon a diez testigos en las casi 5 horas de debate en la primer jornada en el juicio que se le sigue a Ariel García por el femicidio de Carolina Medina.
El debate comenzó pasadas las 11:30 con la declaración de un agente de la policía quien respondió sobre el procedimiento de hallazgo del cuerpo de la embarazada. Luego les tocó su turno a dos empleados del albergue transitorio – Susurros-; éstos narraron lo que recordaban de aquella jornada del 13 de octubre del 2018 cuando fue encontrado el cuerpo sin vida de Medina en una de sus habitaciones.
Más tarde fue el momento de hablar a Freddy- Alfredo Roldán- pareja de Carolina y padre del bebé que llevaba en su vientre, quien aseguró que “conocía de vista a García” y recordó la última vez que vio a su concubina en la noche del 12 de octubre del 2018.
En otro tramo del debate, hicieron su exposición dos jóvenes que aquel día estuvieron en el albergue transitorio; la pareja reafirmó su declaración recordando haber escuchado gritos y un pedido de auxilio de la víctima. Además, declaró un agente que participó en la detención de García que remarcó la actitud del progenitor del detenido y del imputado.
García no manifestó “ni angustia, ni llanto en su relato”
Fueron claves las declaraciones de las peritos presentadas por la fiscalía. En primer momento expuso su informe una licenciada que realizó las pericias psicológicas a García y ésta aseguró que en las entrevistas que le realizó al encargado habló del hecho “lo relata…no sé implica. No hay manifestación emocional, ni angustia, ni llanto en su relato…no hay culpa, ni autocrítica… Tampoco empatía del otro”.
Además la especialista en psicología aclaró que en el imputado del crimen “no hay indicadores neuronales que indiquen daño ni en la entrevista de 2011 (por un robo), ni en la de 2018 y 2019 ” respondiendo al planteo de la defensa de que García habría sufrido un trauma previo.
Cerró el debate una perito en psqiquiatría que fue clara en su análisis al encartado “relató el hecho completo… él lo contó” dijo; habló sobre las características de la psicopatía y fue contundente descartando que García presente “alucinaciones” ; “ en las entrevistas noté que forzaba la simulación de oir voces” sentenció.
La defensa de García plantea la hipótesis toxicológica
Por parte de la defensa del encartado declaró el padre de García que relató lo sucedido aquel 13 de octubre y el accionar de la policía. “Ariel no quería que yo me acercara. Se quería ir a buscar su auto. Me lo llevaron a mí casa, se baño”.
Relató la vinculación de éste con estupefacientes varios (cocaína, marihuana y pastillas) . “Siempre lo sacaba, pero no terminaba sus tratamientos” contó entre llantos. Asimismo, García padre planteó sobre un supuesto trauma psiquiátrico por el accidente de un amigo en una fábrica. “El psiquiatra le dijo de no mezclar esas pastillas recetadas para dormír con alcohol… Estaba días sin dormir”.
Ante la pregunta del particular damnificado Raskovsky de qué quería hacer García con el hacha aquella noche? Dijo “quería matar… pero él no era violento… Ese día me sorprendió la actitud que tuvo…”.
“Me quitaste a mí mamá, mírame”
M.(11) y M (9) son los niños que quedaron sin su mamá aquel 13 de octubre del 2018. Los pequeños acompañados por su abuela, tías y primos lloraron desconsolados en las puertas del TOC1 de Varela. Miraron bajar del móvil del Servicio Penitenciario a Ariel Norberto García, imputado en el asesinato de su madre. Sus lágrimas no pudieron contenerlas ni los brazos de su abuela María, ni de su abuelo Gustavo.
“Ese hombre me quitó a mí mamá y la posibilidad de tener a mí hermanito” exclamó M de 9 años. Su hermana de 11 conscientes de lo que sucede no dudaron en gritarle ” asesino… me quitaste a mí mamá. Mírame”; al verlo cruzar a García antes de ingresar al edificio del Departamento Judicial de Quilmes.
Llanto, gritos y mucha tristeza
Brenda Leguizamón, prima de la víctima sin poder contener sus lágrimas pidió justicia por Carolina, recordó que la joven tenía 25 años, era madre de dos niños de 9 y 6 años (2018) y que se encontraba embarazada de 8 meses. “Este asesino nos privó de disfrutarla, de disfrutar a su bebé y a los nenes nenes los dejó con el dolor de perder a su mamá” expresó la mujer con su bebé en brazos. Además remarcó su deseo de que se investigue a García por su vinculación en las muertes de Silvana Miño y Natalia Sotelo.”Hoy el juicio es por el femicidio de mí prima y queremos que luego se lo siga investigando por la muerte de esas otras dos chicas”.
Por último, Leguizamón planteo que pedirán prisión perpetua por el crimen y anticipó “hoy lo trajeron sedado al juicio. Lo quieren hacer pasar por loco, pero no está loco. Él es un femicida serial que si no lo hubieran encontrado habría seguido matando”. La calificación es aberrante. García se encuentra imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte, homicidio agravado por haber sido cometido mediando violencia de género con ensañamiento y alevosía y aborto.
Por Romina Martinez Parfeniuk
@romaparfe