“Pedimos solamente justicia, no queremos que vuelva a salir a la calle. Se llevó la vida de Carolina y Nazareno” así se expresó María Leguizamón la madre de Carolina Medina luego de escuchar los alegatos en el juicio contra Ariel Norberto García. La fiscalía junto al particular damnificado solicitaron que sea condenado a prisión perputa. En tanto su defensa pidió que reciba tratamientos para sus patologías. La próxima semana se conoceré el veredicto del TOC 1 de Florencio Varela.
Los jueces Jorge Franklin Moya Panisello, María Florencia Butiérrez y Raúl Agustín Sequeiros, escucharon por más de una hora los alegatos de las partes en el juicio que se le sigue a Ariel García -imputado por el crimen sucedido el 13 de octubre de 2018 en la habitación 10 del hotel susurros de Varela-.
El Fiscal de juicio, doctor Dino Mastruk fue claro y preciso en su alegato “García utilizó un ensañamiento para causar un dolor cruel y excesivo para matar”, destacó que el encartado presenta características psicopáticas de “manipulación”, “disfrutó con la agresión al ajeno… y sintió placer al causarle daño a Carolina”. Además, argumentó que el detenido “no tenía sustancias, no tiene ningún tipo de incapacidad” y que existió contra la víctima “la agresión de un sujeto que sabía lo que quería: causar dolor y disfrutarlo”.
Maistruk remarcó que la condena sea basada en la Convención de Belem Do Para, Perspectiva de Género y Ley Micaela, y que la pena se agrave bajo la figura de alevosía porque “ató y golpeo a su víctima… destrozo al cuerpo de la víctima”. Y sentenció que otros agravantes la plantear que García actuó con “extrema violencia… pluralidad de víctimas -Carolina y su hijo-. Además de su entorno familiar, Roldán perdió a su pareja y a su hijo… Los padres perdieron a su hija. Y los hijos de Carolina perdieron a su madre y hermanito”.
Similar fue la exposición del particular damnificado, doctor Rodrigo Raskovsky, quien destacó en su alegato que García “no tiene psicosis, no tiene los rasgos médicos. Si tiene una personalidad perversa de base…siente placer haciéndole daño”. Planteó que “probamente sintió placer al sesgar dos vidas en el mismo acto” y sentenció que el imputado “sintió placer a hacer esto… dejo volar su instinto… tomando la decisión de causar la muerte más dolorosa a una víctima indefensa”.
Tanto el fiscal de juicio como el particular damnificado acordaron en solicitarle al Tribunal integrado por magistrados Moya Panisello, Butiérrez y Sequeiros que condene a Garcia a prisión perpetua por los delitos de abuso sexual con acceso carnal seguido de muerte, homicidio agravado por haber sido cometido mediando violencia de género con ensañamiento y alevosía (artículos 55, 80 inc 2, inc. 11, art. 87 y 119 del CPN).
Luego la doctora, Adriana Thevenon, defensora de García alegó por más de cuarente minutos en los que cuestionó algunas pruebas presentadas en el debate. También se expresó hacia la familia de la víctima hablando de la gravedad de los cargos contra su defendido a quien consideró un joven con problemas psicológicos relacionados con el consumo de estupefacientes. En el cierre de su alocución aseveró “quiero perder bien en este caso, pero que se dé un tratamiento a la persona” remarcando las patologías en la psiquis de su defendido, las que fueron descartadas por la peritos que declararon en el juicio.
Autopsia a Carolina Medina: “fue una agonía de carácter dolorosa”
El galeno que realizó la autopsia a Carolina Medina aseveró ante los jueces del TOC 1 de Varela que la joven se encontraba con marcas de ataduras en sus extremidades –tobillo izquierdo y muñeca izquierda -, también remarcó que se encontraron “lesiones en el piso de la pelvis, laceraciones varias y un profundo desgarramiento” lo que corresponderían a “la introducción de un elemento contundente… que produjo varias lesiones en la víctima y en el feto”.
El médico autopsiante remarcó que las marcas de ataduras se producen cuando “una persona intenta desatarse, salir de esa situación y eso deja marcas”. Sobre la muerte de la joven embarazada aclaró que “fue a través de una agonía…de un shock hipovolémico” desencadenado por “la introducción de elementos en su cuerpo que causaron una hemorragia”.
Descartó que la víctima se podría haber infringido esas lesiones o que ella misma se hubiera introducido la botella en su cuerpo. El victimario “propició una fuerza suficiente para hacer lo que hizo” dijo y “no es lo mismo la fuerza para introducir un ovulo vaginal que la fuerza que se imprime para introducir un objeto como una botella” remarcó.
En otro tramo de su exposición, el médico de autopsia ante preguntas de la defensa de García sobre si la introducción de un objeto en el cuerpo de la mujer pudo haber sido el inicio de un juego sexual recalcó que “es un acto imposible que alguien se introduzca un elemento como una botella”.
Asimismo, sobre las ataduras argumentó que las lesiones “no son de presión de la ropa sino que son producidas en el marco de un mecanismo de la víctima para zafarse de las mismas”. Por último, aseguró que la víctima “estaba con sus mecanismos de defensa alerta” ya que en su cuerpo se encontró 0.91 de alcohol en sangre y aclaró que con eso valores la persona “no pierde el conocimiento”.
“Fue una agonía de carácter dolorosa” así dio cuenta el médico autopsiante de cómo fueron los últimos momentos de vida de Carolina. “La agonía fue con mucho dolor acompañada por intenso dolor” y remarcó “mientras se produce el shock hipovolémico se da un descenso de la presión donde la persona sufre”
Por Romina Martinez Parfeniuk
@romaparfe