El único expolicía que se encontraba detenido bajo arresto domiciliario en el marco de la causa por la denominada “Masacre de Wilde”, ocurrida hace 28 años, cuando efectivos de Lanús persiguieron y asesinaron a balazos a los ocupantes de dos autos al confundirlos con delincuentes, fue liberado por la Cámara de Apelación de Lomas de Zamora, que consideró agotada la prisión preventiva que cumplía desde 2014, informaron fuentes judiciales.
Se trata del expolicía bonaerense Marcos Ariel Rodríguez, quien a pesar de ser excarcelado sigue imputado y a la espera de ser sometido a juicio junto a otros ocho exmiembros de la fuerza de seguridad bonaerense también acusados.
Rodríguez se mantuvo prófugo una veintena de años y fue detenido en septiembre 2014 en un almacén que atendía en La Falda, provincia de Córdoba, tras lo cual quedó a disposición del Tribunal Oral Criminal 3 de Lomas de Zamora, asignado para el debate.
La libertad del expolicía, que desde 2019 estaba detenido en su domicilio bajo monitoreo del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), se concretó el 3 de marzo último luego del fallo de la Sala I de la Cámara, que intervino ante un pedido de la defensa fundamentado en que llevaba más de siete años y cinco meses detenido sin que aún se haya fijado fecha de inicio del juicio.
Rodríguez era el único de los nueve imputados que seguía detenido, ya que el resto está excarcelado.
“Es algo que veníamos previendo, sabemos que una persona no puede estar en prisión preventiva por mas de cuatro años”, dijo a Télam Raquel Gazzanego, viuda de Edgardo Cicutín, una de las víctimas de la “Masacre de Wilde”.
No obstante, cuestionó: “Esto no hubiese pasado si la justicia no fuera tan lenta. Lo que hizo la Cámara es levantar la preventiva porque no se celebra un juicio”.
El 25 de octubre del 2021 se realizó la primera audiencia preliminar del debate oral por el emblemático caso de “gatillo fácil” ocurrido hace más de 28 años, aunque una vez mas las defensas lograron prorrogarlo.
Los acusados son los expolicías Osvaldo Lorenzón, Eduardo Gómez, Marciano González, Roberto Mantel, Hugo Reyes, Pablo Dudek, Julio Gatto, Marcelo Valenga y Rodríguez.
La “Masacre de Wilde” ocurrió el lunes 10 de enero de 1994, cuando los policías de la entonces Brigada de Lanús persiguieron y asesinaron a balazos a los ocupantes de dos autos, presuntamente al confundirlos con un grupo de delincuentes que buscaban.
De acuerdo a los peritajes, ambos vehículos y las víctimas recibieron unos 200 impactos de bala calibre 9 milímetros disparados con pistolas y al menos un subfusil Uzi.
En principio, los policías que intervinieron en el hecho fueron detenidos, aunque la Cámara de Apelaciones y Garantías los sobreseyó y liberó.
Tras apelaciones de familiares de las víctimas, en 2003 y en 2007 volvieron a ser sobreseídos, aunque la causa siguió su curso hasta la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que ordenó reabrir el expediente.
La “Masacre de Wilde” tuvo como víctimas al remisero Norberto Corbo y a sus pasajeros, Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, quienes viajaban a bordo de un Peugeot 505, y al vendedor de libros Cicutín, que se trasladaba en un Dodge 1500, conducido por Claudio Díaz, el único que sobrevivió al ataque.