Muchas de las causas en contra de Gerardo Galván son por los delitos de “desobediencia”, es decir no respetó una restricción perimetral e incluso en esa situación agredió a la víctima.
Vale remarcar que no es frecuente que por delitos de desobediencia lleguen a juicio los detenidos, pero ya es conocido el criterio del Juez de Garantías Diego Agüero de preservar la integridad física de la mujer víctima de violencia de género por sobre la libertad del imputado; más aún cuando se encuentra acreditado que no respeta las órdenes judiciales de agredir a las mujeres.
Las denuncias en contra de Galván se originaron el 19 de junio de 2016. Ese día, “siendo alrededor de las 12 en el interior de la vivienda de la calle Río Negro de Florencio Varela, el sujeto tomó a su pareja Betiana Correa del cuello, y de los cabellos, propinándole puntapiés en la espalda y las piernas. Luego la golpeó con el puño en la cabeza, a la vez que le refería ´te voy a matar. Andate de mi casa´, causándole un profundo temor y creyéndolo capaz de llevar a cabo las amenazas, lo que motivó a la mujer víctima que se retire del domicilio junto con sus hijos menores de edad”.
Sin embargo en las últimas semanas las camaristas quilmeñas Diana Alimonti y Patricia Pattanella determinaron que algunas de las denuncias estaban prescriptas y devolvieron actuaciones al juzgado del doctor Aguero para analizar el proceso; ahora Galván llegará al juicio privado de la libertad.