Un aberrante hecho ocurrió ayer por la madrugada en La Plata donde el conductor de un automóvil arrastró por tres cuadras a un inspector para escapar de un control vehicular en pleno centro de la ciudad.
El hecho ocurrió en el cruce de la avenida 13 y la calle 50, frente a la Plaza Moreno que indica el centro geográfico de la ciudad, y prosiguió por la calle 50 y luego por la diagonal 73, en sentido descendente, hasta que el conductor decidió frenar su marcha que de milagro no acabó en tragedia, cuando el sujeto decidió “descartar” el vehículo.
El episodio ocurrió alrededor de la 1:10 horas cuando los agentes le ordenaron a un Fiat Siena de color negro con vidrios polarizados no reglamentarios ingresar al corredor vallado por conos.
Como el vehículo no paró nunca su marcha, un agente de la Guardia Urbana de Prevención (GUP) se puso delante del auto pero éste comenzó a acelerar y el inspector logró tomarse de la trompa del auto, por lo que comenzó a circular con él encima.
Demás compañeros inspectores y oficiales de la Policía Bonaerense intentaron detener el automóvil a patadas, pero el conductor aceleró y se dio a la fuga con el inspector sobre el capot, en un auto que comenzó a ganar velocidad: al llegar a la diagonal 73, dobló hacia su derecha y siguió hasta la calle 15, donde frenó de golpe y dobló, por lo que el agente salió despedido del capot.
Jorge Tapa –así se llama el agente municipal– golpeó varias veces contra el asfalto y quedó tendido sobre la calle en estado crítico, mientras que el conductor del auto continuó su intento de fuga por calle 15.
Rápidamente se solicitó la asistencia del SAME porque el agente, aún tendido en el piso, perdía mucha sangre y tenía notorios golpes en la cabeza.
A dos cuadras del lugar donde cayó el agente, en el cruce de las calles 15 y 46, un taxista comenzó a hacer luces y señas para que fuera la policía ya que allí estaba el vehículo buscado, estacionado a mitad de cuadra y sin ocupantes.
Un vecino que se encontraba en el balcón de su casa pudo observar la secuencia del hecho y vio cómo los ocupantes estacionaron el auto y se fueron caminando, por lo que dio a la Policía la descripción de los mismos pudieron ser detenidos a una cuadra, en un kiosco y comprando un agua, aún con la tarjeta verde y la llave del auto en su poder.
Testigos del momento de la detención aseveraron que el conductor –de 20 años de edad, mientras que su acompañante tiene 17– dijo que “me faltaba un espejito y pensé que me iban a sacar el auto”, y que por eso decidió acelerar.
Ambos fueron llevados de inmediato a la Comisaría Primera de La Plata, se dio aviso a la Fiscalía de turno en la ciudad y se los imputó bajo una carátula de “tentativa de homicidio agravado por el vínculo de una menor”.
Tras ser trasladado al Hospital Italiano, al agente Jorge Tapa le practicaron una tomografía computada en la que se detectó que posee fractura de cráneo, aunque se encuentra estabilizado.