Dario Julián Carballo González está sentado en el banquillo de los acusados por uno de los peores delitos que de le pueden endilgar a una persona: se le imputa haber matado a su propio padre prendiéndolo fuego en 2014 en Bernal Oeste y de ser hallado responsable de los hechos recibiría la pena de prisión perpetua.
Los hechos llevados a juicio se dieron el 25 de enero de 2014 en una vivienda de Bernal Oeste, más precisamente en la calle 162 bis cuando en circunstancias que la Justicia develará Luis Carballo murió tras agonizar casi una semana por las graves heridas que recibió en el 40% de su cuerpo.
En la víspera declararon ante el fiscal Sebastián Videla y los defensores particulares, Martín Giandomenico y Diego Estévez, hermanas del imputado e hijas del fallecido que coincidieron en remarcar que “Darío (por el imputado) era violento, nos golpeaba a todos. A Papá le pegaba y en una ocasión le puso un arma en la cabeza amenazándolo cuando estaba en la cama. Nos decía que iba a prender fuego todo y matarnos”.
Carballo González está acusado de “homicidio calificado por el vínculo”, la defensa del encartado afirma que el fallecido tuvo un accidente cuando estaba fumando y se le cayeron cenizas en un bidón con combustible, lo que originó las llamas.
Sin embargo las hermanas enfatizan en que el procesado golpeó al anciano y luego le arrojo combustible para prenderlo fuego. Vale remarcar que Carballo llevo a su padre a centros asistenciales para que fuese atendido.
Los jueces Pablo Pereyra, Rodrigo Bagini y Darío Hernández (subrogante), del Tribunal Oral 2 de Quilmes, pasaron a un cuarto intermedio hasta la semana próxima y seguirán escuchando a los testigos convocados por las partes.