“Quería sacarme esta mochila que tengo desde hace 22 años: no tengo ninguna duda de que lo asesinaron”, exclamó Pablo Ceccarelli que vinculó la muerte de Rodrigo con un dato que arrojó hace tiempo la novia de El Potro, Alejandra Romero.
Ella fue la primera en revelar que el artista quería poner un freno a su carrera. “Me cansé de escucharlo y verlo llorar en mi falda diciéndome ‘que paren, que no me contraten 11 shows si yo puedo hacer 5 y cobrarlos más”, aseguró en varias entrevistas.
El ex directivo de Magenta está convencido que Rodrigo “vendía más muerto que vivo”. Por esa razón, Ceccarealli apunta a Jorge y Norberto Kirovsky, quien fueran dueños del sello musical Magenta. “Fácticamente, no lo puedo saber, lo que sí te puedo decir es que los hermanos Kirovsky están involucrados”, sostuvo.
En el programa de Ángel de Brito, Ceccarelli reveló que conserva un mail, que cree le llegó por error, y fue la madrugada del accidente de Rodrigo. “Una de las pruebas más consistentes que tengo yo es un mail del Comisario de Berazategui, que me lo envía a las 3:35 de la mañana, confirmando la patente. Me envía el email por equivocación, cuando iba dirigido a Jorge Kirovsky”, sentenció.
El ex CEO de Magenta espera que algún día se sepa la verdad sobre la muerte de El Potro.
Rodrigo Bueno murió en la madrugada del 24 de junio de 2000. El artista, acompañado por cinco personas, perdió el control de su camioneta Explorer, a la altura de Berazategui, al volver de La Plata por la Autopista, tras rozar otra camioneta, una Blazer con vidrios polarizados. En el mismo siniestro falleció Fernando Olmedo
El Juicio
Alfredo Pesquera fue absuelto por el Tribunal Oral N° 2 de Quilmes; el fallo del 18 de diciembre de 2001 se decidió por mayoría, con el voto de los entonces jueces Ariel González Eliçabe y Margarita Allaza. El tercero, Rubén Sánchez, se había inclinado por el homicidio culposo.
En aquel debate, uno de los más relevantes en la historia del Departamento Judicial Quilmes, los magistrados indicaban que “las muertes y las lesiones fueron “exclusiva responsabilidad de la víctima”, que luego de insultar a Pesquera porque lo había sobrepasado con su camioneta, trató de alcanzarlo y finalmente realizó “una maniobra de pánico”, ante el choque inevitable, provocando el accidente fatal.
Dicho fallo fue confirmado por Casación de la Provincia de Buenos Aires y por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.