El endeudamiento de los hogares inquilinos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) creció de manera sostenida durante el último año y se consolidó como una de las principales estrategias para poder afrontar el pago del alquiler, de acuerdo a lo expuesto en el informe realizado tras el relevamiento de la Encuesta Inquilina 2025. La consulta expone el deterioro de las condiciones habitacionales, tras la desregulación del mercado y el impacto directo que tiene el costo de la vivienda sobre los ingresos familiares.
Es preciso mencionar que, el informe muestra que casi el 50% de los hogares inquilinos se encuentra endeudado y que, entre quienes tomaron préstamos, una amplia mayoría lo hizo específicamente para cubrir el costo del alquiler, un dato que grafica hasta qué punto la vivienda se transformó en un gasto prioritario.
A diferencia de años anteriores, el endeudamiento en las familias que integran el AMBA ya no aparece vinculado a situaciones excepcionales, sino como una herramienta recurrente para sostener la permanencia en la vivienda frente a los aumentos frecuentes y los contratos que son cada vez más cortos.

Al mismo tiempo, se redujo del 33% al 21% el segmento de inquilinos que logra destinar menos de un tercio de sus ingresos al alquiler, lo que evidencia una pérdida generalizada de capacidad económica y un margen cada vez más estrecho para afrontar otros gastos básicos, como los servicios básicos y los alimentos.
En tanto, la imposibilidad de ahorrar es otra de las consecuencias directas de este escenario, ya que solo el 14% de los hogares de inquilinos declaró haber podido guardar algún excedente el mes previo a la encuesta, mientras que la gran mayoría afirmó no contar con ningún tipo de ahorro.
Pese a este cuadro de fragilidad económica, el nivel de cumplimiento en el pago del alquiler se mantiene muy alto: el 93% de los hogares inquilinos declaró estar al día con sus obligaciones, un dato que refleja la centralidad que tiene la vivienda dentro del presupuesto familiar.
De esta manera, el informe señala que, incluso en situaciones de fuerte ajuste económico, los inquilinos priorizan el pago del alquiler por sobre otros gastos, lo que explica por qué el endeudamiento se incrementa incluso cuando los ingresos no acompañan el ritmo de los aumentos.
