La causa por José Ignacio Molina, un cartonero de 29 años asesinado en Fiorito por varias personas, fue elevada a juicio y se espera una fecha para este año. El hecho ocurrió el 26 de octubre de 2019 luego de que el joven defendió a su sobrino.
Mario, hermano de José, comentó: “Nosotros esperamos la pena máxima porque queremos que paguen por lo que hicieron. Esperamos muchos años y queremos darle un cierre a todo esto, estamos desgastados y queremos que se haga justicia”.
Luego de sortear la posibilidad de hacer el juicio de manera abreviada, la familia de la víctima espera que la pena sea de por lo menos 17 años de prisión.
Hasta el momento fueron detenidos Magdalena Gómez y Ariel Maximiliano Molina por el delito de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, mientras que Ezequiel y Miguel Molina permanecen prófugos.
“No queda otra que esperar una fecha de juicio, creo que no hay dudas respecto de su autoría, muchos testigos vieron lo que pasó y esperamos una resolución favorable para nosotros”, afirmó Mario.
Con respecto a las pruebas, la familia de José explicó que se encuentran “tranquilos” y “seguros” debido a que son contundentes y celebraron que se haya descartado el aspecto de “riña” para juzgarlos.
“Nosotros estamos seguros porque en ese momento hubo mucha gente que presenció el hecho, en el barrio están todo el tiempo la gente fuera y los que lo vieron testificaron y prestaron declaración ese día”, expresó el hermano del cartonero.
Además, advirtió que les hubiera gustado que sean juzgados todos los participantes del homicidio en un mismo debate oral pero que esperan que cuando se encuentre a los otros dos involucrados, se los juzgue.
“Me hubiera gustado que sean juzgados los demás pero no los encontraron y no los buscaron bien en su momento. Pero en un futuro serian juzgados si caen, cuando los capturen seran juzgados por el homciidio eso nos deja mas tranquilos”, opinó Mario.
El hecho
José era cartonero y el 26 de octubre del 2019 defendió a su sobrino de una pelea con otros jóvenes. Sin embargo, horas más tarde regresaron en patota y lo asesinaron con varas metálicas, golpes y piedras cerca de las 19 hs en la calle Campana de Fiorito. Tras la brutal golpiza, la Policía intervino y trasladaron a José a la Unidad de Pronta Atención (UPA) 24 para luego llevarlo al Gandulfo. Si bien en un principio los médicos pudieron estabilizarlo, las consecuencias graves de los golpes no permitieron que pueda mejorar y murió.