A la espera de que una de las salas de Garantías y Apelaciones se expida con respecto a la apelación a la denegatoria de la eximición de prisión de la defensa del sujeto que golpeó a Franco Almirón, colectivero de la línea 500 de la empresa San Juan Bautista en Florencio Varela, familiares del agredido que tiene fractura de cráneo exigen celeridad a la Justicia y denunciaron publicamente que sufren amenazas de parte de allegados a Jonathan Romero.
Natalia, hermano de Franco Almirón dijo a este medio que “por las redes sociales nos envían audios que los estamos aportando en la Justicia porque no vamos a tolerar esta situación. En teoría el martes la Cámara iba a expedirse con relación a la eximición de prisión y seguimos en veremos, con mi hermano en un estado de crisis emocional donde cada día que pasa es peor”, dijo la mujer.
Vale recordar que el fiscal Hernán Bustos Rivos solicitó la detención al juez Aguero que le fue concedida, pero la defensa de Romero apeló ante la Cámara y ahora el órgano de alzada debe pronunciarse al respecto. “Queremos celeridad de parte de la Justicia, ellos saben donde vivimos, a mi hermano lo arruinaron totalmente, tiene lesiones en el cráneo y su estado de salud es delicado”, dijo Natalia a Data Judicial.
El incidente, que se produjo hace un mes en la intersección de las calles Florida y Tres de Febrero, tuvo lugar cuando Almirón conducía un colectivo de la Línea 500 que fue chocado de costado por un automóvil, en el que circulaban a gran velocidad dos hombres con una mujer embarazada.
Según la versión de la familia, el chofer se detuvo porque por el impacto había reventado un neumático del colectivo y lo primero que hizo fue intentar calmar a los pasajeros, mientras constataba si se encontraban en buen estado. Luego, bajó para hablar con el conductor del auto, el cual aparentemente no tenía registro ni cédula verde, mientras que la joven embarazada fue llevada al hospital en otro auto. Cuando Almirón dialogaba con los conductores, Romero se le abalanzó lo golpeó y pateó en el piso, provocándole lesiones que derivaron en que estuviera internado por mas de dos semanas y en la actualidad con atenciones médicas diarias. “Romero dio direcciones falsas, estuvo demorado y lo dejaron ir, sospechamos que no hay intenciones de detenerlo, mientras tanto seguimos padeciendo amenazas, vivimos con miedo”, finalizó la hermano del joven trabajador.