Con el objetivo de trabajar sobre los diferentes duelos que sufrió la iglesia diocesana en los últimos meses y también con vistas al jubileo diocesano 2026, del martes 7 al jueves 9 de junio, los sacerdotes de la diócesis de Quilmes se encontraron en Luján, junto con los diáconos a cargo de parroquias, para participar del Triduo de Formación Pastoral convocado por el obispo, monseñor Carlos José Tissera.
Luego de dos años no poder realizarse por causa de la pandemia, miembros del clero y diáconos compartieron un proceso de tres días de reflexión en diversas etapas.
El martes 7 se introdujo una etapa perceptiva con la pregunta guía “¿Cómo vivimos y sentimos lo que estamos atravesando a nivel personal y como diócesis?”. El miércoles se planteó una etapa reflexiva “ante la realidad que interpela”, y se propuso comenzar un discernimiento y tener una mirada eclesial más amplia que involucre a todos los miembros del pueblo de Dios. Y el jueves se abordó una etapa propositiva para “pensar una propuesta pastoral con miras al jubileo diocesano y acercarla al consejo de animación del camino sinodal”.
Durante el triduo se hizo memoria de los testigos de la fe, en especial de sacerdotes y diáconos fallecidos en el último tiempo. Para concluir estas jornadas, el jueves se celebró la misa en la basílica, donde el clero de diocesano de Quilmes ofreció lo vivido a los pies de la Virgen de Luján.