En un fallo inédito, la justicia concedió la adopción de un bebé antes de su nacimiento a una familia correntina ya que la madre, que había sido violada por su padrasto, manifestó su deseo de no quedarse con la guarda biológica durante los 45 días que estipula la ley tras el parto.
Para la jueza Marta Legarreta, del Juzgado de Familia de Paso de Libres, “se trató de una medida urgente tendiente a evitar los riesgos que acarrearía la permanencia del niño junto a su madre sumido al peligro de un posible abandono o entrega ilícita en guarda de hecho a terceros”.
La víctima tenía 13 años cuando comenzó a ser violada por su padrastro. A raíz de esos sometimientos sexuales, la menor quedó embarazada por primera vez a los 16 años y dio a luz a una niña. Dos años después, la situación volvió a repetirse pero decidió pedir ayuda en la justicia tras escaparse de su casa y refugiarse en la casa de una tía.
“No quiero tener de nuevo otro bebé a la fuerza, producto de una violación”, le dijo la joven a la jueza Legarreta, quien en un principio hizo lugar a su pedido de aborto no punible dadas las circunstancias del caso.
Pero luego de realizarse todos los estudios médicos de rigor, la joven cambió de opinión y decidió entregar a su bebé adopción. En el expediente judicial, las psicólogas del Hospital San José que la entrevistaron aseguraron que luego de haber recibido la información sobre las posibles consecuencias y/o riesgos de llevar a cabo un legrado a las 23 semanas de gestación, la adolescente cambió de opinión y libremente decidió continuar con su embarazo para luego darlo en adopción.
“Sí, estoy segura de darlo en adopción. No quiero ver al bebé al momento del nacimiento. Quiero que esté la familia adoptante presente para evitar que el bebé quede conmigo”, pidió la víctima dando a entender que no quería tener ningún tipo de contacto con la criatura.
Ante esta situación, la jueza Legarreta decidió no forzarla a la maternidad entendiendo que ese requisito no es excluyente. En su fallo judicial determinó que “al momento del nacimiento, el bebé pueda ser ahijado provisoriamente por pretensos adoptantes elegidos conforme el proceso de selección previsto por la legislación, condicionado por supuesto al nacimiento con vida del niño y a la ratificación de la decisión materna luego de los 45 días del alumbramiento”.
Y agregó: “Más cuando se evidencia que esta voluntad ha sido expresada con anterioridad al parto, sostenida continuamente con convicción y desinterés ante la justicia que pretende su acompañamiento y contención, sin perder el debido contralor judicial, garantizando la escucha en cada oportunidad que ha requerido, con la intervención de la asesora de menores y de la interdisciplina para el evaluar el aspecto psicológico”.
Asimismo, la jueza dispuso arbitrar todas las medidas necesarias para garantizarle al a joven “la mayor privacidad, confidencialidad, respetando en todo momento el derecho a la preservación de su intimidad durante el alumbramiento y estadía en el hospital, no siendo preguntada ni indagada por el personal médico y de enfermería respecto de la decisión, condiciones y circunstancias y/o cualquier cuestión relacionada al embarazo y guarda del niño por nacer, debiéndosele asistir de una habitación privada para su recuperación post parto”.
Hasta el momento, la joven, que dio a luz el 21 de julio en el Hospital San José, se mantuvo firme en su decisión. Pero tiene tiempo hasta el 31 de agosto para rever su postura.
Fuente: Infobae