Una jubilada de 77 años fue encontrada ayer muerta, parcialmente calcinada y atada en las muñecas tras un incendio sofocado en su vivienda de la localidad de San Francisco Solano y los investigadores intentan determinar si el crimen se produjo durante un robo o por alguna cuestión personal hacia la mujer, informaron fuentes judiciales y policiales.
La víctima fue identificada por los investigadores como Emilia Carlomagno (77), quien residía sola en una casa situada en calle 843, entre 891 y 892; en pleno centro de la localidad quilmeña.
Según las fuentes, todo comenzó a las 5 de esta madrugada cuando, tras un llamado de vecinos, bomberos del cuartel de San Francisco Solano, ubicado a solo dos cuadras, llegaron a la vivienda por un principio de incendio originado en una de las habitaciones de la casa de Carlomagno. Cuando apagaron el fuego, que afectó varios ambientes de la casa, los bomberos hallaron el cadáver de la mujer tendido sobre su cama, con sus miembros inferiores quedamos y las manos atadas hacia adelante con un trozo de sábana, dijeron los informantes.
«Tendremos que esperar la operación de autopsia para saber si presenta alguna lesión previa o si la mujer murió sofocada por el humo o calcinada por el fuego», dijo un investigador judicial, quien aclaró que, debido al estado del cuerpo, el mismo debe ser enfriado primero, por lo que la necropsia se llevará a cabo recién hoy. El mismo informante indicó que la casa de Carlomagno tiene dos puertas principales, una calle 843 y otra por avenida 844, que es la principal del centro comercial de San Francisco Solano; además de una tercera lateral.
En ese sentido, los peritos de Policía Científica no detectaron, a simple vista, signos de violencia en los ingresos del inmueble, y que las dos entradas principales estaban cerradas. Al respecto, los pesquisas sospechan que el o los asesinos entraron por la tercera puerta lateral o por una terraza, cuyo ingreso apenas estaba bloqueado con una escalera.
A su vez, los peritos advirtieron que el interior de la vivienda estaba todo revuelto, aunque aún no pudieron confirmar si existían faltantes de valor. Sin embargo, los investigadores no descartan que la mujer guardaba dinero en algún rincón o hueco difícil de constatar.
En tanto, una hermana de la víctima fue localizada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y se trasladó al lugar para declarar como testigo ante el fiscal Jorge Saizar, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Quilmes, quien ordenó una serie de peritajes a los criminalistas policiales y a los bomberos de Hudson. Además, los pesquisas se entrevistaron con vecinas de la jubilada que manifestaron que esta les comentó que hacía una semana ya habían intentado entrar a robar a la vivienda y que en esas circunstancias le envenenaron el perro que también murió.