Martín Ordoqui, vinculado en el juicio oral que comenzó ayer contra los integrantes de la denominada “Megabanda”, fue destituido tras un histórico fallo ya que se trata del primer magistrado destituido del Tribunal de Casación Penal bonaerense. La causa provocó un verdadero cimbronazo en la Justicia Penal de nuestra ciudad y Ordoqui fue llevado al proceso de enjuiciamiento por el presunto otorgamiento irregular de beneficios a detenidos por delitos graves, cuyas causas pasaban por su despacho.
Hace seis días, el procurador ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand, había solicitado la destitución de Ordoqui por aquella acusación de que integraba una organización que, supuestamente, favorecía la situación de detenidos por diversos delitos, a cambio de dinero. Es decir, tráfico de influencias.
Ordoqui, que estaba suspendido en su cargo desde hace varios años y sufre un embargo del 40 por ciento en sus haberes, mantenía los fueros intactos por lo que no pudo ser detenido en la previa del juicio. En tanto, está mencionado en varios de los mensajes hallados en los celulares secuestrados en el marco del juicio que comenzó hoy y tiene a César Melazo sentado en el banquillo, por lo que su situación aparecía como comprometida. Algunos comentarios en ámbitos tribunalicios sostienen que su turno llegaría en un segundo debate, a partir de un desprendimiento de las actuaciones originales.
Respecto del jury que finalmente lo destituyó, la acusación fue impulsada por el Procurador General de la provincia de Buenos Aires, Julio Conte Grand, mientras que la defensa estuvo a cargo del abogado de la matrícula, Alejandro Montone.
El jurado estuvo presidido por la jueza de la Suprema Corte provincial, Hilda Kogan, e integrado por los abogados Juan Emilio Spinelli, Diego Paulo Isabella, Ricardo Farris, Hugo Galderisi y Fulvio Santarelli. Completaron el cuerpo los conjueces legisladores Daniel Lipovetzky, Abigail Gómez y María Eugenia Brizzi en mandato de la Cámara de Diputados, mientras que el Senado estuvo representado por Nidia Moirano y Gabriela Demaría.
Durante el proceso, uno de los principales relatos fue el de la fiscal Betina Lacki, quien contó con lujo de detalles cómo fue la investigación del crimen de Juan Farías, ocurrido el 2 de diciembre de 2010, en un edificio de La Loma, que la llevó a descubrir graves irregularidades en la instrucción, que había comenzado su antecesor, Tomás Moran, quien terminó preso.
Antes de convertirse en juez de Casación, Ordoqui había sido camarista de la Sala II de Garantías y Apelaciones del Departamento Judicial Quilmes.
Fuente: El Día